Un compacto bonito, equilibrado y muy equipado de serie
A finales de 2018 aterrizó la nueva generación del Mazda3, un compacto que la marca japonesa quiere situar entre los modelos premium del segmento C, es decir, el Audi A3, el BMW Serie 3 y el Mercedes-Benz Clase A, además del referente, el Volkswagen Golf. Mide 4,46 metros de longitud, 1,80 metros de ancho y 1,44 metros de alto.
El plano estético es uno de los puntos más destacados del Mazda3. Si ya la anterior generación presentaba una línea atractiva, ahora lo es aún más, gracias a la última evolución del lenguaje de diseño KODO. Luce un capó muy grande y alargado y un frontal agresivo, donde destaca la enorme parrilla negra que se prolonga hacia los afilados faros. En la vista lateral, se aprecia un pilar A muy inclinado, la ausencia de nervaduras y líneas de tensión, dejando una superficie plana en toda la carrocería, unas ventanillas pequeñas y un pilar C muy grueso. Atrás, la luneta tiene una posición muy inclinada, casi horizontal, y unas ópticas horizontales.
El interior del Mazda3 también evoluciona y lo hace centrándose en la ergonomía y en la calidad. Los asientos, aunque no sujetan lo suficiente, son muy cómodos y el diseño del salpicadero, orientado hacia el conductor, permite que los diferentes comandos estén al alcance. El diseño de la carrocería penaliza un poco la habitabilidad en las plazas traseras, así como el maletero, de 358 litros, contando el doble fondo.
El nuevo compacto de Mazda se puede elegir con dos motores: 122 CV (de gasolina, SKYACTIV-G) y 186 CV (también de gasolina, e-SKYACTIV-X).