DS ha conseguido darle el toque Premium a lo que hace unos años fue una sensación en el mercado de vehículos compactos, pero aún necesita posicionarlo bien para pelear contra Audi, Mini o Fiat. La base es buena, pero al mismo tiempo ese nuevo aire ha hecho que pierda en algunos sentidos – sobre todo en el caso del DS 3 Performance, aunque es más barato que el Citroën DS3 Racing al que reemplaza.
Con todo, no cabe duda de que es el mejor modelo con el que cuenta la marca en la actualidad y uno preferido por su público. Se trata de un coche capaz de dar buenas sensaciones al volante y, aunque DS parezca que se centre en la comodidad, aún hay sitio para la diversión en carretera.