Más calidad
El nuevo Toyota C-HR presenta un diseño interior que, si bien no cambia apenas, sí está mejor terminado, con mejores materiales para el revestimiento del salpicadero y la parte superior de las puertas delanteras, así como en los apoyabrazos. No obstante, sigue recurriendo al plástico duro para la mayor parte de los acabados y para la zona superior de las puertas traseras. También cuenta con nuevas tapicerías para los asientos y el asiento del conductor puede tener regulación eléctrica cuando incluye tapicería de cuero.
Sobre el salpicadero, se eleva una nueva pantalla táctil de 8 pulgadas que, ahora, cuenta con mejor calidad gráfica y con una serie de botones físicos para navegar entre las funciones principales, algo que facilita su manejo, con respecto a la que tenía el modelo anterior, que tenía todas las funciones táctiles. Esta nueva pantalla visualiza el contenido del nuevo sistema multimedia, que ahora es compatible con Apple Car Play y Android Auto y permite actualizaciones sin necesidad de usar cable para acceder a las últimas versiones de las mapas del sistema de navegación.
Las cotas de habitabilidad se mantienen tras el restyling, por tanto, sigue siendo un coche que no destaca especialmente por su amplitud. Cuatro pasajeros pueden viajar con comodidad, pero un tercero en la plaza central trasera lo tiene complicado. Por otro lado, el peculiar diseño del techo y de las ventanillas traseras crea la sensación de que el habitáculo es más pequeño de lo que parece.
El maletero tiene una capacidad pequeña, si lo comparamos con sus rivales. La versión de 122 caballos ofrece 377 litros, mientras que el más potente, solo cuenta con 358 litros. Esto se debe a que el C-HR dispone de una batería de 12 voltios que ocupa parte del maletero en el de 184 caballos. En cambio, la variante de 122 caballos equipa esa batería bajo el capó.