Amplia, incluida una versión híbrida enchufable
La novedad más importante en la gama de motores del Renault Captur 2020 es la versión híbrida enchufable E-TECH, compuesto por un motor de gasolina y dos eléctricos que entregan la potencia de 160 caballos, unido a una batería de 9,8 kWh que le permite una autonomía de 50 kilómetros.
Actualmente, el Captur se puede pedir también con dos motores diésel y tres de gasolina, con potencias que van desde los 95 a 154 caballos. Según la versión, se puede combinar con un cambio manual de cinco o seis velocidad o automática de doble embrague y siete relaciones. En todos los casos la tracción es al eje delantero.
La gama se compone de tres opciones, un 1.0 TCe tricilíndrico, de 101 caballos, y un 1.3 TCe de cuatro cilindros, con 131 y 154 caballos. No hay todavía cifras oficiales de consumos, pero sí de emisiones, que oscilan entre los 100 y 120 gr/km.
El único motor diésel disponible es un 1.5 dCi de cuatro cilindros con 95 y 115 caballos. Ambas versiones declaran unas emisiones de 95 gr/km de CO2.
Disponible con el acabado Zen, el Renault Captur se puede asociar a un motor híbrido que le permite obtener la etiqueta de Cero emisiones. Se trata de un motor gasolina de 1.6 litros, atmosférico, que se complementa con dos motores eléctricos canza una potencia de 160 CV y una autonomía de 50 km en modo cien por cien eléctrico según el ciclo WLTP.
Dinámicamente, el nuevo Renault Captur se caracteriza por un comportamiento muy equilibrado. Es un coche orientado más hacia el confort, pero no es de los más confortables del segmento. Así mismo, no se muestra torpe en reacciones, pero tampoco destaca por agilidad, de ahí que destaque por una actitud muy neutra.
Esto lo convierte también en un vehículo apropiado para circular por ciudad, porque la dirección es suave y requiere de poco esfuerzo para mover el volante, pero también para vías rápidas, donde muestra un gran aplomo y da la sensación de ir en un coche de categoría superior. Además, el habitáculo está muy bien insonorizado, lo que permite aumentar el confort a bordo.
Un punto criticable, aunque no en exceso, es el funcionamiento del cambio automático de doble embrague. Los cambios de una marcha a otra son suaves y, en general, el funcionamiento es satisfactorio, pero se muestra lento en las reducciones. Esto hace que, en determinadas situaciones, el funcionamiento sea un poco tosco.