Gama muy reducida
El Mazda3 ofrece un grado de conducción muy satisfactorio. Es un coche muy fácil de conducir, transmite mucha seguridad en todo momento y se muestra muy aplomado y equilibrado en todo tipo de circunstancias. Las suspensiones tienen un ajuste algo más firme y, unido a una dirección rápida y precisa, transmite cierta agilidad en curvas. En esto interviene también la electrónica. El sistema G-Vectoring Control Plus frena las ruedas exteriores en las salidas de las curvas, minimizando el subviraje.
Un punto negativo es que Mazda ha renunciado al esquema de paralelo deformable para las suspensiones traseras. En su lugar, ha optado por una barra de torsión más sencilla para reducir costes, algo que, por otra parte, empieza a ser cada vez más común en el resto de marcas. A decir verdad, apenas se nota la diferencia y casi nadie se dará cuenta, pero no deja de ser significativo que la generación anterior contaba con una mejor arquitectura de suspensiones en el eje posterior.
El cambio manual de seis relaciones es, simplemente, sensacional. Tiene un tacto excelente y unos recorridos cortos y precisos que lo convierten en uno de los mejores cambios manuales en su categoría. El automático también ofrece un funcionamiento muy bueno, con cambios suaves, pero quien aprecie la conducción manual, encontrará un cambio excelente en el Mazda3.
Por último, el nuevo motor de gasolina con tecnología micro-híbrida tiene un funcionamiento muy suave y silencioso, como cabe esperar en un motor atmosférico. Precisamente, al carecer de turbo, en una época en la que todas las marcas apuestan por mecánicas turboalimentadas y de baja cilindrada, donde el par motor se obtiene desde bajas vueltas, el del Mazda3 requiere de llevarlo a un alto régimen para que ofrezca su mejor rendimiento. La aceleración es muy progresiva y hasta las 4.000 vueltas no alcanza los 213 Nm de par que declara.
La gama de motores del Mazda3 es muy reducida. Solo está disponible con dos mecánicas, dos gasolina con tecnología semi-híbrida.
El motor de gasolina es un bloque Skyactiv-G 2.0 atmosférico y cuatro cilindros que desarrolla 122 caballos y 213 Nm de par, a partir de las 4.000 vueltas. Está unido a un sistema eléctrico de 24 voltios que permite funcionar un motor eléctrico de 6 kW. Éste hace la función de motor de arranque y generador y funciona como apoyo al motor térmico en momentos puntuales. Gracias a esta tecnología, el Mazda3 de gasolina se beneficia de la etiqueta ECO de la DGT. La marca homologa un consumo medio de 6,1 litros y unas emisiones de 115 gr/km. Por encima se encuentra el gasolina e-Skyactiv X con 186 caballos de potencia y un par máximo de 240 Nm. Acelera de 0 a 100 kilómetros por hora en 8,3 segundos y disfruta también de la etiqueta ECO de la DGT.