Gran salto de calidad
La nueva generación del Hyundai Tucson muestra un gran salto adelante, en cuanto a diseño interior, calidad de fabricación y materiales. El salpicadero está dividido en dos niveles, la zona superior para los aireadores y la pantalla de 8 pulgadas, que ahora deja de estar integrada para estar colocada más arriba, con una mejor visibilidad. La zona inferior queda para una consola central con el climatizador y con botones físicos.
El volante es completamente redondo, tiene el tamaño perfecto y es muy ergonómico. Los mandos multifunción aparecen ordenados y su manejo es intuitivo. El cuadro de instrumentos es analógico y clásico, con dos grandes esferas para el cuentavueltas y el velocímetro y una pantalla LCD en el medio. La sensación de calidad es muy buena, el habitáculo está revestido con materiales blandos de buen tacto en las superficies más a la vista y plásticos más rígidos en la parte inferior. En general, se respira una sensación de coche bien hecho. Como vehículo familiar que es, el interior dispone de varios huecos para colocar objetos, en la guantera, en las puertas y en el túnel central.
La versión de acceso Essence tiene una pantalla más pequeña, de 5 pulgadas, y un sistema multimedia más básico. Con el acabado Klass, la pantalla es de 7 pulgadas y, a partir del nivel Tecno, es de 8 pulgadas, la más grande disponible. El sistema de información y entretenimiento es ahora compatible con los protocolos Apple CarPlay y Android Auto. Opcionalmente, puede disponer de una bandeja para recargar el smartphone.
Una de las ventajas de la anterior generación del Tucson era la habitabilidad y vuelve a serlo en este nuevo modelo, al no variar sus dimensiones. Las plazas delanteras son cómodas y espaciosas y la fila trasera ofrece espacio suficiente para tres ocupantes de talla media. La plaza central es más aprovechable que en otros modelos del segmento, porque el túnel de transmisión no invade mucho el espacio para los pies. Son unas de las mejores plazas traseras de su categoría. Además, están equipadas con dos salidas de ventilación y los asientos pueden tener calefacción. Por desgracia, la banqueta no se puede deslizar, aunque los respaldos sí son reclinables.
En cuanto al maletero, una de car y otra de arena. La de arena es que ofrece una capacidad de 513 litros, que lo sitúa en una posición media-alta del segmento. La de cal es que esta cifra solo se alcanza si equipa el kit antipinchazos. De serie, monta una rueda de repuesto de tamaño natural, que es lo aconsejable, y más en un SUV. Entonces el volumen del maletero decrece hasta los 488 litros. Aun así, sigue siendo un maletero más grande que el de rivales como el Nissan Qashqai o el Renault Kadjar. Dispone también de ganchos para sujetar la carga y una toma de 12 voltios.