La potencia se sacrifica en aras del consumo
La entrega de potencia es dócil y permite algo de juego tanto en ciudad como en carreteras o autovías, lo cual ayuda aún más a la hora de realizar viajes de larga distancia. Ahora bien, Volkswagen no se ha preocupado por darle altas prestaciones al Tiguan, por lo que su velocidad punta no es destacable – no es el objetivo para el que se ha planteado, pero tampoco es que a la gama de motores le falte rendimiento.
Los TSI de Volkswagen continúan bajo el capó del Tiguan, partiendo de un 1.4 de 125 caballos que puede contar tanto con tracción delantera como con tracción total, así como un nivel de potencia mayor con 150 caballos.
El otro motor de gasolina disponible para los modelos TIguan es el 2.0 TSI con 180 caballos y acabado Sport y la variante que en estos momentos es el tope de gama entre los gasolina, el de 210 caballos. Este propulsor constituye el modelo más alto del Tiguan y sólo viene con el Tiguan deportivo R-Line y la caja de cambios DSG (de doble embrague, tecnología que ya estaba en el primer Tiguan) de siete velocidades.
La lista de motores diésel está compuesta por varios niveles de potencia del 2.0 TDI actual: está disponible con 115, 150 y 190 caballos de potencia. Si bien el de 115 es más apto para uso urbano, ya el de 150 es más que capaz de desenvolverse con soltura por vías interurbanas a la vez que mantiene un consumo moderado.
El motor diésel de Tiguan más potente es un 2.0 TDI de 240 caballos, el cual solo está disponible con el cambio DSG y el acabado Sport.