Solo un motor de gasolina disponible
La oferta mecánica del todoterreno de Mitsubishi es bien sencilla, tan solo hay un motor. Dependiendo del acabado, se puede combinar con tracción delantera o total y con un cambio manual de cinco relaciones o automático de tipo CVT.
El único motor disponible es un 2.0 atmosférico de gasolina que sustituye al anterior 1.6. Entrega 150 caballos de potencia y 195 Nm de par, a partir de las 4.500 vueltas. Con le cambio manual, el consumo medio declarado es de 7,1 litros. Con cambio automático, se eleva hasta los 7,8 litros. Con cambio automático y tracción total, anuncia 8,2 litros de media. Las emisiones de CO2 oscilan entre los 161 y 185 gr/km.
El nuevo Mitsubishi ASX es un coche cómodo, con un equilibrado de suspensiones que priorizan claramente el confort. Tienen un ajuste blando y trabajan correctamente cuando se pasa por una superficie irregular, aunque, a veces, se sienten algunos rebotes secos. No obstante, se muestra relativamente ágil en entornos urbanos.
El comportamiento general es bueno, aunque no va tan refinado como otros SUV del segmento. Pero es un coche cómodo para viajar, que transmite seguridad en las reacciones y está bien aislado del exterior. El motor es muy silencioso, suave y responde bien, gracias al aumento de la cilindrada. Al ser atmosférico, le falta empuje a bajas vueltas, pero se desenvuelve correctamente en todo tipo de circunstancias.
El cambio manual tiene un buen tacto porque la palanca queda en una posición ideal, aunque solo tiene cinco velocidades. Una sexta velocidad, permitiría reducir los consumos en carretera. En cambio, la transmisión CVT funciona con suavidad, es menos brusca que otros CVT del mercado, pero al acelerar, el motor se revoluciona mucho y el aumento de la velocidad no se corresponde con el régimen de giro. En esos momentos, el ruido se hace notar. Con las levas del volante, que simulan una caja de seis relaciones, esa sensación se mitiga un poco.