Solo gasolina, se descarta el diésel
A la hora de meter el coche en otros terrenos apartados de la ciudad, el Picanto es un coche que no se viene abajo como ocurre con otros modelos, sino que también es capaz de defenderse incluso en carreteras de montaña. El conjunto es capaz de moverse de manera ágil gracias al poco peso que tiene – la construcción del coche está hecha con materiales más ligeros que el Picanto anterior, logrando bajar hasta los 976 kilogramos en vacío según Top Gear.
La suspensión trabaja en un equilibrio bastante acertado entre comodidad y rigidez para poder tomar curvas sin que los pasajeros se puedan sentir más incómodos de la cuenta. El acabado GT Line tiene además unos muelles de la suspensión más rígidos que le ayudan a mejorar en este apartado.
Pero lo que de veras destaca de este coche es la dirección, algo más pesada que en el Picanto anterior y con un feeling mucho mejor, superando de paso a varios rivales en este sentido. El ruido de la carretera o del viento tampoco es muy elevado (esto puede variar en función de las llantas que se escojan), pero no se libra de tener puntos negativos: uno de ellos es la posición de conducción, que puede resultar un tanto incómoda por las dimensiones del coche.
El Picanto cuenta de manera exclusiva con motores de gasolina, algo lógico puesto que un coche urbano tiende a dar mejores resultados con este tipo de motores ya que requieren una menor temperatura de funcionamiento en comparación con los viajes en carretera. De entrada Kia ha puesto hasta dos motores posibles en venta, con una tercera opción prevista para la segunda mitad de 2017.
El primer motor es el 1.0 MPi de 67 caballos de potencia, siendo el motor básico, un motor que cumple su función en ciudad pero para otros casos puede quedarse muy corto de potencia. Es un motor tricilíndrico que sube muy rápido de vueltas y consume menos combustible, pero es el más ruidoso y menos refinado de los dos disponibles en el lanzamiento del vehículo.
El segundo propulsor para el Picanto y, de entrada, el mejor de los dos, es el 1.2 MPi 84 caballos, ofreciendo un impulso en términos de rendimiento que se notan bastante teniendo en cuenta lo ligero que es el coche.
Ahora bien, Kia ha anunciado que pondrá en venta el motor 1.0 T-GDi con 101 caballos que se colocará como tope de gama, ayudando aún más a las versiones con el acabado GT Line.