Volkswagen sigue inmersa en un proceso de transformación que la lleve a convertirse en el primer fabricante mundial en producción de coches eléctricos en el futuro. Al menos, ese es el ambicioso objetivo del grupo alemán. Para ello, la marca ya trabaja en la preparación de sus fábricas para que puedan hacer frente a la…
Volkswagen sigue inmersa en un proceso de transformación que la lleve a convertirse en el primer fabricante mundial en producción de coches eléctricos en el futuro. Al menos, ese es el ambicioso objetivo del grupo alemán. Para ello, la marca ya trabaja en la preparación de sus fábricas para que puedan hacer frente a la fabricación de la nueva generación de coches eléctricos, con una meta clara: producir vehículos con una autonomía suficiente, de 500 kilómetros, y cuyo coste no supere los 30.000 euros.
Para que todo esto sea posible, Volkswagen ha nombrado a Thomas Ulbrich nuevo jefe de las fábricas del estado de Sajonia, en concreto, las instalaciones de Dresde y Zwickau. Ulbrich es un directivo del grupo alemán y el encargado de la producción de coches eléctricos de Volkswagen. Ahora va a ser el responsable de transformar esas fábricas alemanas para que puedan acometer la elaboración de coches eléctricos, con especial énfasis en la de Zwickau que, en 2021, será la primera planta de la marca en producir exclusivamente coches eléctricos y, en 2019, acogerá el ensamblado de los primero modelos eléctricos de la nueva generación I.D. de Volkswagen.
Coches con 500 km de autonomía por menos de 30.000 euros
Thomas Ulbrich se ha fijado varios objetivos en un horizonte no muy lejano. El primero es que la fábrica de Zwickau sea capaz de producir 1.500 unidades diarias, aunque, por el momento, no ha querido indicar una fecha concreta para lograrlo. Por otro lado, y lo más importante, la idea del directivo de Volkswagen es producir coches eléctricos con una autonomía suficiente y a un precio razonable para la mayoría de conductores, de manera que, en los próximos años haya un gran número de coches eléctricos en circulación. Esa autonomía será de 500 kilómetros y el precio no sería nunca superior a 30.000 euros.
Una parte fundamental en este proyecto será la reducción de costes de producción. Para ello, Volkswagen ha desarrollado una plataforma modular que puede albergar coches eléctricos de diferentes segmentos y configuraciones, con uno, dos o tres motores eléctricos y baterías de diferentes niveles de capacidad.
Otro elemento clave será la capacidad de adaptación a las nuevas tecnologías de los actuales suministradores del grupo. No es lo mismo un vehículo con motor de combustión que eléctrico, que está compuesto de muchas menos piezas y eso repercutiría negativamente a las empresas que fabrican las piezas para los motores a Volkswagen. Pero el fabricante de Wolfsburgo señala, en este sentido, que la adaptación de todas esas empresas será clave, a través de la transformación hacia nuevas tecnologías.
Alemania, centro de la producción
Así mismo, el proyecto de Thomas Ulbrich pretende que Alemania sea el principal centro de producción de coches eléctricos de Volkswagen. El directivo alemán ha indicado que, de las plantas de Dresde y Zwickau, saldrán todos los coches eléctricos con destino a todos los mercados del mundo y dejarán las fábricas de China para la producción de los modelos para el mercado del país asiático.