En la primera parte de mi viaje con un SEAT León ST Cupra 300 te conté ciertas particularidades del coche, mientras que en la prueba dinámica expuse cómo iba en marcha. Pero ahora quiero comentarte por qué debes o por qué no debes comprártelo si realmente estás interesado en hacerte con una unidad de este compacto deportivo familar. Estos son las principales ventajas e inconvenientes del SEAT León ST Cupra 300:
Ventajas e inconvenientes del SEAT León ST Cupra 300
Frenos: ventaja
Lo normal en un coche como este es nombrar, independientemente del resto de características, su propulsor. Pero no. Uno de los aspectos que más me ha impresionado del SEAT León ST Cupra 300 han sido sus frenos. Se trata de unos discos de 370 mm de diámetros perforados y ventilados con unas pinzas de cuatro pistones firmadas por Brembo. Eso sí, son parte del Performance Pack, un añadido que cuesta más de 3.000 euros… y que también incluye unos neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 que se pegan al asfalto como chicle.
Motor: ventaja
Efectivamente, ha llegado el momento de hablar de su mecánica. Se trata de un bloque de gasolina turboalimentado TSI con un cubicaje de 2.0 litros que entrega la friolera de 300 CV, y un par motor máximo de 380 Nm. Empieza a empujar con toda su fuerza a poco más de 1.500 rpm y aguanta el estirón hasta pasadas las 6.000 rpm. En según qué situaciones es necesario ser cariñoso con el acelerador, ya que un pequeño pisotón te deja pegado al asiento de manera instantánea. ¿Sus prestaciones? Acelera de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos… y de 80 a 120 km/h en 3,3 segundos.
Facilidad de conducción: ventaja
La unidad concreta que he probado incorpora la tracción total 4Drive y el cambio automático DSG de doble embrague y 6 velocidades, lo que supone un sobrecoste de unos 4.000 euros. El resultado, junto a un chasis y a una puesta a punto muy difíciles de superar, es un coche fácil de conducir y sorprendentemente manejable a velocidades con las que podrías acabar en la cárcel… a no ser que conduzcas por una Autobahn alemana. Es muy complicado sacarlo de su trayectoria y, gracias a sus neumáticos, es una lapa con el asfalto seco… y mojado.
Poco emocionante: inconveniente
Si lo que quieres es un deportivo que te exija, del que salgas sudando la gota gorda y satisfecho igual que si hubieras ganado una batalla en una carretera de curvas, este no es tu coche. Precisamente la facilidad de conducción que he mencionado en el párrafo anterior puede convertirse en un punto en contra si eres alguien que valora las emociones al volante. Llevarlo rápido está al alcance de casi cualquiera. En este sentido, disfrutarás más al volante de un Peugeot 308 GTi o un Hyundai i30 N… aun siendo más lentos, ya que son más juguetones y llevarlos a ritmos rápidos supone un reto mayor.
Modos de conducción: ventaja
Los modos de conducción de este León Cupra te permiten ir tranquilo o darle un poco de caña. Hay cuatro: Confort, el más relajado y adecuado para ir cómodo; Sport, el deportivo que no llega a ser demasiado extremo; Cupra, el más radical y recomendado para circuito y para disfrutar de una carretera de curvas; e Individual, que permite configurar al conductor parámetros como la entrega de potencia, la dureza de la suspensión o el tacto de la dirección. Por su parte, el cambio automático es rápido y sabe qué marcha conviene insertar en cada momento. En este sentido, dejarle hacer cuando se quiere ir más concentrado en el volante es una estupenda decisión.
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