El pasado domingo, un coche autónomo de Uber atropelló a una mujer mientras conducía en modo autónomo, falleciendo horas después en el hospital, como consecuencias de las heridas sufridas. El accidente se produjo en una avenida de Tempe, en el estado de Arizona, en Estados Unidos y es el primer accidente mortal registrado con un…
El pasado domingo, un coche autónomo de Uber atropelló a una mujer mientras conducía en modo autónomo, falleciendo horas después en el hospital, como consecuencias de las heridas sufridas. El accidente se produjo en una avenida de Tempe, en el estado de Arizona, en Estados Unidos y es el primer accidente mortal registrado con un coche autónomo implicado.
El vehículo era un Volvo XC90, como ha confirmado la propia marca sueca. Se trata de un coche equipado con un amplio despliegue tecnológico compuesto por cámaras, radares, sensores y sistemas de control, unidos a un software que hace posible la conducción autónoma del vehículo, sin la intervención humana. No obstante, tras el volante iba una persona de Uber preparada para tomar el control del coche si fuera necesario.
La culpa no fue del coche autónomo
El Volvo XC90 se encontraba realizando una serie de pruebas dirigidas por la empresa Uber, en el marco del desarrollo de la conducción autónoma que la empresa norteamericana está realizando en Arizona, San Francisco, Pittsburgh y Toronto. El vehículo circulaba por una avenida a una velocidad de 65 km/h aproximadamente y, según las primeras investigaciones llevadas a cabo por la policía de Tempe, no frenó antes del accidente.
Aunque en un primer momento se especuló con la posibilidad de que la culpa del accidente mortal fuese del propio coche autónomo, debido a algún fallo en la tecnología, lo cierto es que se debió a un error del peatón. La mujer, Elaine Herzberg, de 49 años, invadió la calzada por un lugar no habilitado para ello y se interpuso en la trayectoria del Volvo XC90 que, en ese momento, circulaba en modo autónomo, aunque con la presencia en el interior de un operario de Uber.
El primer accidente mortal de un coche autónomo
Se trata del primer accidente mortal con un coche autónomo implicado registrado en la historia. Hasta ahora, se habían producido algunos accidentes, pero sin víctimas. Precisamente hace un año, otro Volvo XC90 de Uber estuvo involucrado en otro accidente, en la misma ciudad de Tempe, sin que hubiese ningún fallecido en este caso. Como ocurriera en aquella ocasión, la empresa americana ha suspendido todas las pruebas de sus coches autónomos en Estados Unidos y Canadá y está colaborando con la policía para determinar las causas exactas del accidente.
Gracias a la tecnología que incorporan los coches autónomos, este accidente mortal está perfectamente documentado. La propia policía ha afirmado que existen vídeos del accidente registrados por las cámaras del vehículo desde diferentes ángulos e, incluso, desde el interior, por lo que muy pronto se conocerán todos los detalles acerca de este trágico suceso que, además, extiende la duda de los más recelosos sobre la conducción autónoma.
Volvo y Uber, unidos desde 2016
Volvo es una de las marcas que más está apostando por la conducción autónoma y tiene como objetivo convertirse en el principal proveedor de vehículos para empresas de movilidad. En este sentido, la marca sueca firmó un acuerdo con Uber en 2016 para el desarrollo de tecnologías y del coche autónomo. Para ello, hace unos meses, en noviembre de 2017, Volvo acordó la cesión de miles de coches de la gama S60, V60, XC60, S90, V90 y XC90 a Uber para que ésta los utilizara en sus pruebas.