El RACE junto con algunos de sus partners europeos, ha elaborado un informe evaluando sistemas de retención infantiles (SRI). Dicha evaluación, realizada en el laboratorio del ADAC en Landsberg ponía a prueba 29 sillas. Las sillas infantiles representan uno de los elementos de seguridad más importantes en la protección de los menores, y cada vez más se tiene en cuenta su efectividad mediante tests y análisis.
Dos modelos suspendidos
Sobre las 29 sillas infantiles analizadas, 21 modelos han obtenido la recomendación “satisfactoria” mientras que otros tres han conseguido ser “aceptable”. Sin embargo, dos modelos de dichas sillas para coche han suspendido la prueba ya que se han detectado sustancias tóxicas en sus materiales, resultando en una nota “muy insatisfactoria”. Otro de los modelos analizados no llegó al “aceptable” por problemas graves de seguridad (Chicco Cosmos).
Las dos sillas restantes son la Giordani Evolution Isofix y la Concord Ultimax i-Size, ninguna de las dos superó el test de impacto frontal. En el caso de la primera se registraron altas cargas y el cinturón subió hasta la zona ventral, pudiendo ocasionar lesiones muy graves. En el caso de la Concord, el armazón se rompió y la silla para bebé perdió gran parte de su efectividad por este motivo.
21 aprobados
Una de las novedades de dicha prueba es el análisis de la primera silla para niños con airbags integrados (Bebé Confort Axissfix Air y Maxi-Cosi Axissfix Air, con igual tecnología) que cosechó grandes resultados. Las conclusiones de este estudio destacan que antes de comprar, los padres deberían informarse de sus necesidades y probar en el coche la silla elegida. La silla infantil debe ser bien ajustada en el vehículo y el niño debe de estar cómodo en ella. En el caso de las sillas para bebés sugieren garantizar una retención óptima y comprobar la longitud de los cinturones.
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