SEAT lleva sus tres coches a la meta del Rallye Monte-Carlo Histórico

El departamento de Coches Históricos de SEAT ha participado con éxito en la edición 2018 del Rallye de Monte-Carlo Histórico – no se trata solo de una prueba de coches clásicos, sino de un evento que mantiene el formato que tenía la prueba décadas atrás en el Campeonato Mundial de Rallyes, partiendo de varios sitios…

SEAT lleva sus tres coches a la meta del Rallye Monte-Carlo Histórico

El departamento de Coches Históricos de SEAT ha participado con éxito en la edición 2018 del Rallye de Monte-Carlo Histórico – no se trata solo de una prueba de coches clásicos, sino de un evento que mantiene el formato que tenía la prueba décadas atrás en el Campeonato Mundial de Rallyes, partiendo de varios sitios a la vez. Los tres coches de SEAT que comenzaron la prueba han logrado llegar hasta la meta tras cientos de kilómetros sobre asfalto mojado, nieve y hielo.

SEAT Rallye Monte-Carlo Histórico

Dos periodistas y un viejo rockero al volante

En el Monte-Carlo Histórico SEAT tenía tres coches: los dos primeros eran un SEAT 127 para Manu Cortés, un 1430 FU 1600 por Joan Dalmau, dos unidades comandadas por dos periodistas – Cortés estuvo acompañado por Eloi Alsina y Dalmau por Carles Jiménez. El tercer coche era el más especial de todos: a los mandos de un SEAT 124 Grupo 4 estaban Salvador Cañellas con Daniel Ferrater. Este coche era idéntico al que utilizaron en el Rallye de Monte-Carlo de 1977 en el que consiguieron acabar en la cuarta posición absoluta, siendo el primer gran resultado de un piloto español en el WRC – antes de la llegada de pilotos como Antonio Zanini, Carlos Sainz o Dani Sordo.

Rivales de gran renombre

Algunos de los participantes contaban con un gran nivel: uno de ellos era Michel Decremer, ganador de la edición 2017 del Rallye de Monte-Carlo Histórico. También estaba Guy Frequelin, subcampeón mundial de rallyes en 1981 (fue tercero en el Monte-Carlo de 1978 y segundo en 1981) y Bruno Saby, ganador del Dakar en 1993 y ex piloto de Peugeot durante la era del Grupo B. Una pareja resaltaba en particular: Daniel Elena, eterno copiloto de Sébastien Loeb, estaba al volante un año más. A su diestra se encontraba nada menos que Jari-Matti Latvala, piloto oficial de Toyota Gazoo Racing en el WRC (y que semanas antes logró ser tercero en el Monte-Carlo con el Yaris WRC).

Con los kilómetros de la prueba, algunos fallos se fueron sucediendo en los coches: por ejemplo, en el de Cañellas hubo fallos en la caja de cambios, además de problemas de luces que dificultaron a Ferrater la tarea de cantar notas. Aún así, el 124 llegó a la meta de una pieza, aunque se quedó en la posición 63º de la clasificación absoluta.

SEAT Rallye Monte-Carlo Histórico

El mejor clasificado de los tres SEAT en el Monte-Carlo Histórico

En el caso de Dalmau y Jiménez, su coche era en esencia un coche de calle con la diferencia que tenía unos frenos mejorados – empezaron con un susto, pues el comisario encargado de colocar el sistema de medición (para medir la velocidad media, ya que no es un rallye de velocidad pura) empujó con tanta fuerza la luna delantera que la movió de su sitio. Por suerte, este contratiempo fue mínimo y de hecho Dalmau y Jiménez fueron los mejores de los tres SEAT, acabando en el puesto 57º de la general.

El tercer coche, el SEAT 127 Grupo 1 de Cortés y Alsina, también contaba con frenos mejorados con respecto al modelo normal, aprovechándose de su peso liviano en las secciones más delicadas del itinerario de la prueba. De hecho estuvieron bastante arriba en la clasificación, pero una piedra escondida en la nieve fue la que estropeó sus opciones de estar en la parte superior de la clasificación general.