Cuando alguien no ha probado un coche de altas prestaciones es imposible tener una perspectiva real acerca de sus características. Todo parece perfecto. Pero no es así, e incluso a estos niveles hay un coche para cada tipo de uso. Después de tener un SEAT León ST Cupra 300 a lo largo de un buen puñado de kilómetros, analizamos los principales rivales del SEAT León Cupra 300 en el mercado español.
Principales rivales del SEAT León Cupra 300
Peugeot 308 GTi
El Peugeot 308 GTi está disponible con un propulsor THP de 1.6 litros con 270 CV de potencia. A priori es el más discreto de todos los principales rivales del SEAT León Cupra 300, junto a este mismo… salvo que se escoja la carrocería bicolor. Destaca por un puesto de conducción un tanto peculiar, con el volante situado en una posición muy baja y con un diámetro muy pequeño.
No obstante, encontrar una posición de conducción cómoda resulta sencillo y el motor, a pesar de ser de una cilindrada bastante baja para la potencia que tiene, responde muy bien. El coche tracciona perfectamente, en parte gracias al diferencial autoblocante Torsen delantero, y la dirección es sorprendentemente comunicativa. Sus 1.280 kg de peso transmiten ligereza y es un coche que, al igual que el SEAT, es fácil de llevar a velocidades altas.
Ford Focus RS
Es diferente a todo lo demás. Para empezar, junto al León Cupra 300, es el único que ofrece tracción a las cuatro ruedas (en el León solo está disponible con la carrocería ST). Su estética llama bastante la atención, con un difusor muy grande, un alerón enorme y unas salidas de escape muy prominentes. Además, el morro es completamente diferente al de cualquier otro Focus. Y no solo eso, sino que su motor EcoBoost de 2.3 litros suena como un demonio al acelerar.
El cambio, salvo por unos recorridos un pelín largos, es muy bueno… ¡y manual! Tienes que ser algo más preciso que en el Peugeot o en el SEAT para evitar subvirajes o sobrevirajes, pero tampoco es muy exigente. Sus amortiguadores permiten dos niveles de dureza y no es especialmente incómodo para ser un “hot-hatch”. Eso sí, el consumo ronda los 10 l/100km de media y el maletero es algo más pequeño que el del resto de Ford Focus.
Hyundai i30 N
El Hyundai i30 N ha sido uno de los últimos en llegar y el encargado de estrenar la división deportiva N de la firma coreana. Equipa un motor turbo de 2.0 litros con 275 CV de potencia. Su imagen no es tan radical como la de un Ford Focus RS, pero sí que es más llamativa que la del 308 GTi o la del León Cupra 300. Lo consigue a través de un kit estético deportivo con detalles en negro, un difusor muy prominente y un spoiler de generosas dimensiones.
Destaca especialmente el rendimiento de su propulsor y la rápida respuesta del acelerador… y del turbo. Tiene mucha fuerza entre las 1.500 y las 7.000 rpm, por lo que el rango de uso del motor es altísimo; y su comportamiento es excepcional. La puesta a punto está muy conseguida para situarse a la altura de los mejores de su segmento, y la capacidad de tracción es tan alta que resulta realmente complicado hacer deslizar el eje delantero.
Renault Mégane R.S.
El Renault Mégane R.S. es el más novedoso de todos los modelos de esta lista. Recién presentado en sociedad hace apenas unas pocas semanas, el nuevo compacto radical de la firma del rombo llega con un único motor turboalimentado de 1.8 litros que entrega 280 CV de potencia y que se puede combinar con un cambio manual o con una caja automática, ambas opciones con seis velocidades.
La marca francesa, además, ofrece dos tipos de chasis en función del comportamiento que se busque del coche: el Sport es el más “suave” y el Cup es el más radical. En cualquier caso, a finales de año llegará la versión Trophy con 300 CV. Por fuera es relativamente discreto y en el interior ofrece multitud de detalles deportivos. Destaca por su agilidad, pues las ruedas del eje trasero son direccionales para ofrecer un mejor comportamiento en curva… y maniobrabilidad.
