La compra de un coche supone un gasto importantísimo. Tanto que suele decirse que después de la vivienda habitual, la adquisición de un vehículo es la transacción más costosa de nuestra vida. Generalmente esta operación tiene un coste muy elevado y por eso mucha gente opta por financiar el importe final. Hoy en día existen…
La compra de un coche supone un gasto importantísimo. Tanto que suele decirse que después de la vivienda habitual, la adquisición de un vehículo es la transacción más costosa de nuestra vida. Generalmente esta operación tiene un coste muy elevado y por eso mucha gente opta por financiar el importe final. Hoy en día existen muchos tipos de financiación, así que para que tengas claro cómo prefieres comprarte tu coche nuevo te explicamos la financiación tradicional y sus alternativas: el renting y el leasing, además de sus principales diferencias.
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Financiación
Consiste en entregar una entrada por la compra del vehículo y pagar el resto del importe total en cuotas mensuales ya sea mediante la compañía financiera asociada a la marca o tu entidad financiera. Los importes varían en función de las necesidades del comprador y suele haber un número mínimo de permanencia mensual o anual. Al terminar de pagar las cuotas el coche es propiedad de su comprador. Si quieres saber más, en este artículo te explicamos cómo financiar un coche.
Renting
Es un contrato para el alquiler de un coche durante un tiempo determinado. En él se estipula el pago de una cuota fija mensual (que depende del vehículo, de los kilómetros que se espera recorrer, servicios…) que incluye los servicios necesarios para el buen funcionamiento del vehículo, salvo el combustible. No obstante, la propiedad del automóvil es de la empresa que presta dichos servicios.
Leasing
Es un contrato de alquiler a largo plazo con opción a compra. Consiste en el pago de una entrada y de una cuota fija mensual antes de que el comprador pase a ser titular del vehículo. Además, éste debe asumir todos los gastos derivados del coche.
Diferencias entre Renting y Leasing
Para resumir, en el renting disfrutamos del coche por un tiempo limitado por lo que no existe la posibilidad de poder comprar el coche después si queremos hacerlo. Es la empresa que suministra el coche el auténtico dueño del mismo, otorgando a quien ha firmado el contrato el derecho a usar ese coche. Lo beneficioso del renting es que el que firma el contrato no tiene que preocuparse de ningún gasto referido a la gestión o el mantenimiento del coche a lo largo de la duración del contrato, solo tendrá que hacerse cargo de la gasolina y de las multas.
En cambio, en el leasing si se nos da la opción de comprar el vehículo al final del contrato. Eso sí, si nos acogemos a esta modalidad habrá que pagar una cuota de entrada y otra fija periódica para poder figurar como el titular del coche, asumiendo a partir de ese momento todas las responsabilidades y gastos como la matriculación o el mantenimiento del coche.
Por tanto, el renting es más como un alquiler (con todos los gastos cubiertos por la compañía, como seguro a todo riesgo, asistencia en carretera o coche de sustitución) mientras que el leasing es más como una compra a largo plazo.
Diferencias a nivel fiscal
Si el vehículo ha sido alquilado a través de un renting, no figurará en tu balance ni como activo ni como pasivo, sino en el de la compañía arrendadora. Te tocará contabilizarlo como un gasto, lo que te permitirá deducirlo del impuesto sobre la renta o de sociedades.
Si ha sido alquilado por leasing, en cambio, sí aparecerá en tu balance, pero como un activo inmovilizado, mientras que su contrapartida en el pasivo se considerará como deuda. Además, podrás deducir la amortización del inmovilizado: el doble de lo fijado en las tablas oficiales o el triple si no facturas más de 10 millones de euros.
Ventajas del Renting
- No tienes que abonar un pago inicial en el momento del contrato
- Pagas una cuota mensual fija
- Todo dependerá del tipo de contrato pero por regla general en las cuotas a pagar siempre se incluye el seguro, servicio de asistencia en carretera, matriculación, impuestos, mantenimiento preventivo y reparaciones mecánicas, cambio de neumáticos, servicio de cita previa en talleres, gestión de multas y un largo etcétera.
- La posibilidad de poder disfrutar de un coche distinto nuevo cada cierto tiempo
- Los vehículos suelen incluir más sistemas de seguridad que la media.
- Para autónomos y empresas es cómodo porque el pago del renting es un gasto más que minora los impuestos a pagar
Inconvenientes del Renting
- Es obligatorio respetar la duración del contrato, si se rescinde habrá una penalización.
- Es obligatorio ceñirse a los kilómetros contratados: en caso de recorrer de más, habrá que pagar un sobregasto que en muchas ocasiones puede ser muy alto.
- El coche debe siempre acudir al taller concertado
- No por comprar el coche
Ventajas del Leasing
- Permite acceder a la compra del coche una vez ha terminado el contrato de leasing.
- Permite acceder a ventajas fiscales como la reducción de impuestos.
Inconvenientes del Leasing
- Las cuotas de leasing tienen unos intereses generalmente más altos.
- En el leasing el usuario se hace cargo de los impuestos, seguros, gastos de mantenimiento, además de la gestión de multas.
¿Qué me interesa más, renting o leasing?
En resumen, ten en cuenta que en ninguno de los dos casos el coche será de tu propiedad, no obstante si optas por leasing si se te dará opción a comprarlo. En el renting está incluido el seguro, el mantenimiento, coche de sustitución, cambio de neumáticos… mientras que en el leasing solo estarás pagando por el alquiler del coche. Siempre dependerá de tus necesidades y preferencias pero algo está claro y es que las ventajas del Renting son claras frente al leasing: menos desembolso inicial, ahorro de costes, ventajas fiscales y la flexibilidad de disponer o no de un vehículo en función de las necesidades reales.