Prueba del SsangYong Rexton: ¡fuera prejuicios!

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El SsangYong Rexton es uno de esos pocos supervivientes dentro del mundo de los todoterreno, un mundo que se ha visto fagocitado por el mundo de los SUV a lo largo de los últimos años. Y a pesar de que se trata de un coche que también ha sucumbido a su manera a las tendencias que se han implantado, sí que mantiene cierta personalidad offroad y se sitúa por encima de la media en lo relativo a cualidades fuera del asfalto. Todo ello con un toque familiar. En Carnovo te lo contamos en esta prueba del SsangYong Rexton.

Prueba del SsangYong Rexton: ¿feo? Para nada

Es un coche grande, muy grande. Desde el primer momento en el que se tiene enfrente el SsangYong Rexton impresiona, aunque más que por sus 4,85 m de largo (hay berlinas del segmento D y/o E con más longitud, como el Opel Insignia Grand Sport o el Tesla Model S) lo hace por sus 1,96 m de ancho… y por sus 1,83 m de alto. Y es que hay pocos coches más altos que este todocamino coreano para el que (casi) hace falta una escalerilla para subir.

Asientos delanteros del SsangYong Rexton 2018

En lo relativo a su aspecto exterior, en esta prueba del SsangYong Rexton hemos comprobado que ha dejado de lado ciertas estridencias vistas anteriormente en otros modelos de la firma asiática, como el SsangYong Rodius de primera generación o el menos extraño pero también llamativo SsangYong Tivoli. Ahora, por lo tanto, pasa más desapercibido. No obstante, eso no quiere decir ni mucho menos que sea algo malo ya que a pesar de perder algo de personalidad con respecto a sus compañeros de marca seguro que consigue llegar a más público objetivo.

Algunos de los vehículos a los que se enfrenta el nuevo SsangYong Rexton son el Ford Edge, el Hyundai Santa Fe, el Jeep Cherokee, el Kia Sorento, el Nissan X-Trail, el Renault Koleos, el Peugeot 5008, el Skoda Kodiaq o el Toyota Land Cruiser. La mayoría de ellos están más consolidados en el mercado español; sin embargo, el SsangYong Rexton está más que capacitado para robarle un trozo del pastel de las ventas. Tanto que incluso podría ser una alternativa a modelos premium como el Mercedes-Benz GLC o el Audi Q5.

Al mirar el frontal nos encontramos con una imagen tradicional y que, como el resto del coche, huye relativamente de los diseños agresivos. Cuenta con una parrilla de dimensiones medias y abusa un poco de los cromados (algo que ya vimos en nuestra prueba del Mitsubishi Eclipse Cross), lo cual le sienta muy… americano. Los faros son grandes y sí que es cierto que la firma luminosa LED diurna se ve un poco anticuada al no ser uniforme. Debajo cuenta, lógicamente, con unas protecciones plásticas para evitar roces incómodos al circular fuera del asfalto.

Lo que más nos ha llamado la atención lateralmente en esta prueba del SsangYong Rexton ha sido su distancia libre con respecto al suelo. De todas formas hay algunos SUV con medidas similares, pues en las versiones con cambio automático es de 20 cm, por los 22 cm de las variantes con transmisión automática. A las típicas protecciones bajas se le suman unas ventanillas con un borde cromado y unas barras del techo, pero lo que más impacta son sus formas musculosas y marcadas a través de unos pasos de rueda que sobresalen de la carrocería.

Maletero del SsangYong Rexton 2018

La zaga luce más moderna gracias a unos grandes pilotos rojos y blancos que se introducen parcialmente en el portón trasero, y que de nuevo están acompañados de algunas molduras cromadas encima del espacio portamatrículas o del difusor simulado. Además, sobre la luneta tiene un pequeño y discreto spoiler. A propósito de su altura, sus ángulos de ataque y salida son de 20 y de 22 grados, respectivamente, mientras que el ventral es de 22 grados. Unos datos offroad buenos pero que tampoco llegan a definirle como un todoterreno puro.

Prueba del SsangYong Rexton: un habitáculo cómodo y espacioso

Todo lo que acabamos de comentar del exterior del SsangYong Rexton se transmite al interior. Después de pensar que ojalá hubiera una pequeña ayuda para acceder al habitáculo, como un apoyo o una pequeña escalera, comprobamos que el espacio disponible es superlativo. Y no solo eso, sino que nos recibe con una elegante moldura de aluminio cepillado en los umbrales de las puertas y con una tapicería de cuero en los asientos que resulta ser de muy buena calidad.

Tenemos que reconocer que en esta prueba del SsangYong Rexton no esperábamos encontrarnos un nivel tan alto en los materiales y en los ajustes que nos rodean. Generalmente, SsangYong ha estado considerada como una marca que, sin ser de bajo coste, sí que se situaba en este sentido en un escalón inferior al de otras firmas generalistas que cuentan con modelos rivales, como Toyota, Mitsubishi, Ford, Hyundai o Skoda, entre otros. Para nada.

Motor del SsangYong Rexton 2018

Así como las plazas están forradas de un cuero muy agradable, la mayoría del salpicadero, incluyendo la consola central y el cuadro de instrumentación, está recubierto con materiales gomosos y agradables al tacto. Si bien existen algunas partes de plástico duro, suelen estar escondidas y no son zonas que suelan tocarse. Asimismo, los botones que conforman la consola central del SsangYong Rexton tienen un tacto muy preciso y son lo suficientemente grandes. Por tanto, no se echa de menos un plástico de mayor calidad.

El diseño de la cabina es sobrio y simétrico, es decir, se ha “germanizado”. Eso sí, incluye más botones que un coche alemán, pero cuenta con un aspecto limpio y elegante. Dispone de algunas molduras plásticas en gris en lugares como las rejillas de la climatización o el volante, y de zonas con símil de madera, como encima de la guantera o en el pomo del cambio de marchas. Una guantera con un detalle vintage como es el de incorporar llave.

En la fila trasera de asientos del SsangYong Rexton hay espacio de sobra. Tres ocupantes adultos caben de manera holgada tanto por anchura como por altura, incluso en las versiones equipada con techo solar. Y por supuesto tiene ISOFIX de serie. Otro punto muy a favor es que añade no solo las típicas salidas de climatización en la parte posterior del reposabrazos delantero, sino también una toma de enchufe tradicional “de casa”.

Interior del SsangYong Rexton 2018

De todas formas, una de las cosas que más nos ha gustado en esta prueba del SsangYong Rexton ha sido el sistema de plegado de asientos de la segunda fila. Cuenta con dos funcionalidades: se puede regular la inclinación de los respaldos y plegar por completo el asiento y echar hacia adelante. Es un sistema parecido al del Honda Jazz, denominado Magic Seat, pero en el sentido contrario. ¿Y qué permite esto? Pues incrementar la capacidad del maletero dejando el suelo plano y un acceso muy sencillo a la tercera fila de asientos.

A propósito de esta tercera fila de asientos del nuevo SsangYong Rexton, cuenta con dos plazas en las que es mejor que se sienten dos niños, ya que el espacio para las piernas en altura es bastante limitado. Estos dos asientos se pliegan y se despliegan a través del maletero. El modo en el que se hace es un poco rudimentario, pero es efectivo y fácil de utilizar. Tan solo hay que tirar de dos agarres de tela situados en la parte trasera de los asientos para liberar el bloqueo, tanto si están desplegados como si no.

En cuanto al maletero del SsangYong Rexton, depende de si se circula con una configuración interior de siete asientos o si por el contrario las plazas son tan solo cinco. En el primer caso la capacidad es de 236 litros. Es más bien poco, pero sirve para guardar un par de maletas no excesivamente grandes. Con cinco asientos es muy grande, ya que cubica 641 litros de capacidad. Y con las dos filas de asientos traseros plegadas es sencillamente enorme: 1.806 litros. En cuanto a su apertura, es eléctrica y el portón se abre y se cierra con solo pulsar un botón, algo que resulta muy cómodo.

Prueba del SsangYong Rexton: como un marine

Nada más sentarnos en esta prueba del SsangYong Rexton comprobamos que la sensación de altura a bordo de este vehículo te hace sentir como un propio marine de los Estados Unidos. Sientes que, en esa posición, eres capaz de conquistar cualquier terreno que se te ponga por delante. La impresión que causa es mucho mayor que la de prácticamente cualquier SUV, que se limitan a ser un turismo con una postura ligeramente elevada.

Plazas traseras del SsangYong Rexton 2018

La visibilidad es magnífica en todos los ángulos, ya que la superficie acristalada del SsangYong Rexton es considerable. Esto hace que sea un coche con un interior muy luminoso, especialmente si plegamos la cortinilla del techo solar. Tan solo pueden existir ciertas limitaciones en caso de que la tercera fila de asientos esté desplegada, pues tapona un poco la luneta trasera. De todas formas, los espejos retrovisores laterales son muy grandes y permiten tener controlados todos los vehículos que “orbiten” alrededor de nuestro todoterreno.

Otro de los puntos que nos ha sorprendido muchísimo en esta prueba del SsangYong Rexton es la maniobrabilidad que ofrece un vehículo tan grande. A pesar de estar cercano a los 5 m de longitud, las vueltas de su volante no llegan por poco a tres entre topes, algo característico de coches urbanos, y no de todoterrenos. Además, su cámara trasera permite observar todo lo “observable”, salvando la limitación que supone controlar las distancias al aparcar debido a su altura.

La versión de nuestra prueba del SsangYong Rexton es la D22 DTR Automático 4×4 de siete plazas. Se trata de un propulsor diésel turboalimentado e-XDI 220 de cuatro cilindros que entrega una potencia de 181 CV y un par motor máximo de 420 Nm (que es de 400 Nm en las versiones con cambio manual). El consumo homologado de combustible es de casi 8 l/100km, aunque en la realidad es fácil llevarlo cercano a los 11 o los 12 l/100km, una cifra considerable teniendo en cuenta el precio del gasóleo a día de hoy (unos 1,25 euros por litro).

Trasera del SsangYong Rexton 2018

Asociado a una caja de cambios automática de convertidor de par, el SsangYong Rexton resulta un coche agradable de conducir y muy suave. Así las cosas, dentro del habitáculo no se perciben apenas vibraciones procedentes del motor o ruido aerodinámico, mientras que el tarado de la suspensión es más bien blando, lo cual hace que en las curvas balancee un poco (algo lógico en un coche que mide más de 1,80 m de alto) pero que filtre muy bien los baches del asfalto. Esto último se agradece mucho en conducción offroad.

Profundizando más en el cambio de marchas, se trata de una caja automática de convertidor de par con siete velocidades de origen Mercedes-Benz. En caso de ser manual, tendría seis. A bajas vueltas no empuja mucho y tiene un ligero retraso desde que se pisa el acelerador hasta que se transmite la potencia a las ruedas. No obstante, su funcionamiento es muy agradable y la transición entre las marchas es muy suave. Permite cambiar de forma secuencial, pero se hace a través de una pestaña situada en el lateral del pomo, lo que resulta un tanto extraño.

Prueba del SsangYong Rexton: un 4×4 de verdad

Incluso sin tener unas cotas reales de todoterreno puro, en esta prueba del SsangYong Rexton hemos podido comprobar que sus capacidades fuera del asfalto son superiores a las de cualquier SUV. Sin llegar a ser un Mercedes-Benz Clase G, se desenvuelve de maravilla en pistas offroad. Entre otras cosas por ser uno de los pocos coches del mercado que cuenta con reductora, lo cual le aporta mucha fuerza al subir pendientes y retiene mucho y bien al descenderlas.

Consola central del SsangYong Rexton 2018

Además, su chasis es de largueros y travesaños, una configuración típica de un todoterreno. Está construido en un 63% con acero de alta resistencia, lo que según la marca le otorga una resistencia (valga la redundancia) muy superior a la del resto de sus rivales. De igual manera, se encuentra anclado a la carrocería en diez puntos diferentes; y el reparto de pesos es perfecto, con el 50% de la masa apoyado sobre cada eje gracias, en parte, a la situación longitudinal de su propulsor.

La suspensión también ayuda a que su comportamiento sea bueno y a la vez cómo en zonas no asfaltadas. Ahora ya no incluye un eje rígido trasero y dispone de una suspensión multibrazo con cinco brazos en este caso, que serían tres si equipase un cambio manual. Sea como fuere, para obtener el resultado que ha conseguido en términos de comodidad y comportamiento, el SsangYong Rexton ha sido desarrollado durante tres años en todas las condiciones climáticas y de terrenos del mundo; y su aerodinámica ha sido puesta a punto en el túnel del viento de Pininfarina.

Prueba del SsangYong Rexton: opciones de equipamiento, motores y precios

La versión de esta prueba del SsangYong Rexton es la correspondiente al nivel de equipamiento Limited, el tope de gama. No obstante, hay tres acabados: Line, Premium y Limited. Y cualquier de ellos incorpora en su equipamiento de serie una pantalla táctil multimedia de 8 pulgadas con conectividad Android Auto y Apple CarPlay, llantas de aleación de 17 pulgadas, aire acondicionado, control de velocidad o faros de xenón.

El único motor disponible en nuestro país es el de esta unidad, un bloque turbodiésel de 181 CV y 420 Nm de par motor máximo. Por su parte, el precio de la unidad de esta prueba del SsangYong Rexton es de 46.900 euros, una tarifa muy competitiva teniendo en cuenta sus características. Y si escogemos la configuración más básica del SsangYong Rexton el precio desciende por debajo de los 30.000 euros.

Pantalla multimedia SsangYong Rexton 2018

Prueba del SsangYong Rexton: conclusión

En esta prueba del SsangYong Rexton hemos podido comprobar que se trata de un coche familiar y que a la vez permite disfrutar fuera del asfalto de una conducción puramente todoterreno, ya que es capaz de enfrentarse a situaciones bastante peliagudas. Además, a pesar de sus cotas y dimensiones, no se trata de un vehículo con el que se haga muy difícil maniobrar gracias a una dirección muy manejable y a su cámara de visión trasera.

Interiormente está a un nivel de espacio y de calidad que no se corresponde con lo poco conocido que es el SsangYong Rexton, por lo que destaca (y mucho) por una estupenda relación entre precio y calidad. En la parte negativa podemos destacar un consumo de combustible algo elevado y que no es difícil que llegue a los 11 o 12 l/100km. De todas formas es más que comprensible en un vehículo de 181 CV de potencia y un peso que supera las 2,2 toneladas. ¡Ah! Y tiene 5 años o 100.000 km de garantía.

Prueba del SsangYong Rexton: puntos positivos y negativos

+ Equipamiento completísimo

+ Capacidades 4×4 (incluye reductora)

+ Calidad interior sorprendente

– Consumo de combustible

– Accesibilidad al interior

– Cambio secuencial extraño

Nota Carnovo: 8.