Prueba del BMW X2: un SUV atípico y dinámico

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Estamos continuamente anunciando que el segmento, si es que se le puede llamar así, de los SUV, no para de crecer. Y decimos si se le puede denominar de esta forma porque existe una dimensión paralela en lo que respecta a este tipo de vehículos, ya que entre ellos hay un montón de modelos diferentes que tienen características específicas. En Carnovo hemos podido hacer la prueba del BMW X2, y lo cierto es que nos sentimos muy afortunados al ser un SUV atípico tanto por dentro como por fuera, así como en comportamiento. ¡Vamos a descubrirlo!

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Índice de la prueba del BMW X2

  1. Diseño
  2. Interior
  3. Comportamiento dinámico
  4. Tracción total xDrive
  5. Conclusión
  6. Puntos positivos y negativos

Prueba del BMW X2: definitivamente no es lo mismo que un X1

El BMW X2 puede considerarse la versión más deportiva o dinámica del BMW X1, tal como el BMW X4 lo es respecto del BMW X3, o el BMW X6 en comparación con el BMW X5. Sin embargo, el nuevo SUV deportivo pequeño de la firma bávara tiene dos distinciones muy claras si lo ponemos frente a frente con los otros modelos pares de la gama SUV o “X” de BMW.

La primera diferencia la encontramos en el frontal, ya que al revés que sus compañeros X con número par en comparación con los homólogos impares, el X2 no tiene mucho que ver con la parte delantera del BMW X1. Los dos riñones de la parrilla frontal son más grandes y los faros son mucho más afilados, dándole un aspecto más agresivo que se aumenta en el caso de incorporar el paquete estético deportivo M, como le ocurre a nuestra unidad de pruebas.

Asientos delanteros del BMW X2 2018

La segunda gran distinción si lo comparamos con los otros BMW X pares está en la caída del techo. Tanto en el BMW X4 como en el BMW X4 el techo empieza a descender de manera acusada a partir del pilar B, situado entre las dos puertas laterales, dándole cierto aspecto de coupés. Sin embargo, en el X2 no pasa esto y aun así tiene una imagen muy dinámica, en gran parte porque la superficie acristalada va descendiendo a medida que nos acercamos a su zaga.

Tanto los paragolpes delanteros como traseros tienen unas formas muy musculosas que aumentan su agresividad con un montón de entradas de aire que en algunos casos son funcionales… y en otros son falsas. En este sentido, la parrilla delantera es activa y cuenta con unas lamas interiores que se abren y se cierran automáticamente en función de la refrigeración que necesite el motor.

En relación al parachoques trasero, integra un difusor que a pesar de no ser completamente funcional sí que le da un toque deportivo y muy vistoso, y que además está lacado en gris oscuro. Por otro lado, también integra dos salidas de escape cromadas y a la vista que se sitúan individualmente en cada uno de los dos lados.

Alerón del BMW X2 2018

Si nos paramos a observar la parte lateral hay varias cosas que nos llaman poderosamente la atención. Lo más destacado es el logo de BMW ubicado en el pilar C, justo después de que la ventanilla trasera termine, haciendo un guiño al BMW 3.0 CSL. Se trata de un deportivo de la marca de Múnich que fue creado a principios de la década de los años ’60 para competir en el Campeonato de Europa de Turismos de la época, llamado ETCC.

Por otro lado, el resto de las cosas que nos han impactado corresponden a sus líneas de diseño. Como hemos comentado, a pesar de ser un BMW X con número par no tiene una caída del techo propia de un coupé. Sin embargo, transmite una sensación de dinamismo que se confirma al ponernos a sus mandos, como te contamos en la parte de este artículo dedicada al comportamiento en marcha.

A incrementar esta sensación ayudan unas llantas de aleación de 19 pulgadas y cinco radios dobles que son opcionales y cuya funcionalidad es bastante dudosa. Sin embargo, si fuésemos preguntados acerca de su instalación nuestra respuesta sería claramente afirmativa. ¿Por qué? Pues porque visten muchísimo y la imagen del coche a primera vista sube muchos enteros, ganando mucha deportividad.

Mando iDrive del BMW X2 2018

Para terminar con su diseño, la zona trasera del BMW X2 es igual que agresiva que su frontal, con unos faros que se dividen entre el portón y el resto de la carrocería y que cuentan con un aspecto muy fino. El portón, por cierto, no es muy grande. Algo llamativo es también su spoiler, situado en la parte alta de la luneta, y el difusor y las salidas de escape que hemos subrayado anteriormente.

Prueba del BMW X2: por dentro sí que nos recuerda a otros BMW

Todo lo que hemos comentado acerca de su exterior no se puede decir de su habitáculo, ya que esta prueba del BMW X2 nos ha servido para comprobar lo que habíamos visto antes en imágenes: el interior del BMW X2 es prácticamente calcado al de otros compañeros de gama, como el BMW X1. Esto no tiene que verse como algo negativo, ya que si por algo destacan los BMW de nueva hornada es por la calidad de los materiales que incorporan en la cabina.

Nada más sentarnos vemos que el paquete M también sale a relucir en el interior, con algunos detalles en azul, como diversas molduras, la iluminación ambiental o las costuras en los asientos. A propósito de los asientos: son excelentes. Sujetan el cuerpo divinamente y están forrados en Alcantara, un material muy suave y que evita que sudemos demasiado cuando pasamos muchas horas al volante.

Difusor del BMW X2 2018

Como ya ocurre en cualquier BMW, las regulaciones del asiento son casi infinitas, pudiendo escoger la posición exacta para la banqueta (en longitud y en altura), el respaldo, los lumbares (tanto en la espalda alta como en la espalda baja) o las “orejas” encargadas de que el cuerpo no se escurra en las curvas. Además, el volante también ofrece varias posiciones en altura y en profundidad. ¡Ah! Los asientos tienen memoria, y por supuesto la regulación es completamente eléctrica.

Todos los mandos se sitúan en una buena posición y la pantalla, a pesar de sobresalir por encima de la consola central, está muy bien protegida, “arropada” por el salpicadero. Su uso es muy intuitivo, al igual que el resto de los controles, y se puede manejar de manera táctil o a través del mando giratorio iDrive situado al lado del freno de mano. Los materiales son de muchísima calidad y los ajustes, excelentes, así que con el tiempo no deberían aparecer desajustes o los tan molestos “grillos”.

El espacio interior del BMW X2 es bastante bueno para sus cotas, ya que midiendo 4,36 m de largo y 1,82 m de ancho ofrece amplitud suficiente para que cinco pasajeros puedan viajar de manera relativamente cómoda. Eso sí, cuatro ocupantes se sentirán literalmente a sus anchas, y tan solo personas que midan aproximadamente más de 1,85 m de altura tendrán problemas al chocar su cabeza contra el techo.

Asientos traseros del BMW X2 2018

En lo que respecta a su maletero, el BMW X2 ofrece una capacidad sobresaliente para un vehículo tan corto, con 470 litros. La boca de carga es un poco pequeña y se sitúa en una posición algo elevada, pero no parece suponer un inconveniente demasiado grande para cargar bultos o maletas muy pesadas, ya que el suelo del maletero queda al ras. Además, si abatimos la fila de asientos traseros en una disposición de 40/20/40, ya que está dividida en tres partes diferentes, la capacidad del maletero crece hasta unos impresionantes 1.355 litros.

Prueba del BMW X2: no se comporta como un SUV

Sentarte en un BMW, salvo por contadas excepciones, supone una grata experiencia ya que la grandísima mayoría suele tener la ergonomía por bandera. Como hemos dicho antes, el BMW X2 cuenta con multitud de regulaciones para sus asientos y permite que el conductor se encuentre muy cómodo, mejorando la experiencia de conducción en varios niveles. En cuanto a la postura, es bastante extraña, ya que se trata literalmente de un vehículo compacto algo elevado.

Este coche encaja perfectamente en la definición de crossover, ya que es un turismo con una altura superior a la de la media. Llamarlo SUV no sería del todo correcto. De esta manera, la posición de conducción del BMW X2 es más alta que la de un BMW Serie 1 pero esto no se acusa demasiado cuando estás al volante. La visibilidad tampoco es uno de sus fuertes dada la poca superficie acristalada del conjunto, siendo especialmente reducida la trasera. Cuánto más si encima hay pasajeros en la fila de asientos de detrás.

Faro trasero del BMW X2 2018

El motor de nuestra unidad en esta prueba del BMW X2 era un bloque turbodiésel de 190 CV correspondiente a la versión 20d. Además, estaba ligado a una caja de cambios automática con levas en el volante (también se puede cambiar de manera secuencial a través del pomo de la palanca de cambios) y a la tracción total xDrive. Se trata de una buena opción si lo que quieres es gastar poco y que el vehículo cuente con unas buenas prestaciones y mucho agarre en todas las situaciones.

Con todas estas características, el BMW X2 registra unos números muy buenos. Es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 7,7 segundos y puede alcanzar una velocidad punta cifrada en 221 km/h. El consumo medio de combustible tampoco se dispara; de todas formas, aunque homologa una media de 4,7 l/100km, la marca real con una conducción normal suele estar en torno a los 5,5 l/100km. No se aleja mucho de lo declarado y podría decirse que no es un propulsor muy sediento.

El bloque es bastante ruidoso al ralentí, algo que también nos pasó poniendo a prueba el BMW Serie 3 Touring con la misma configuración. Sin embargo, resulta tan eficiente como te hemos contado en el párrafo anterior y la sensación es que corre que se las pela. El retraso del turbo y a la hora de pisar el acelerador es prácticamente inapreciable y empuja notablemente desde la zona más baja del cuentavueltas, allá por las 1.500 rpm, aproximadamente.

Interior del BMW X2 2018

En lo que se refiere a las sensaciones de conducción, quizá haya influido el hecho de que incorporaba el paquete M. Sin embargo, se trata de un vehículo muy estable con una suspensión que tiene un excelente compromiso entre comodidad y efectividad, ya que el balanceo de la carrocería en las curvas es casi nulo. La dirección, asimismo, resulta precisa y tiene poco juego muerto. Eso sí, como le pasa a muchas de las direcciones actuales, es poco comunicativa y no transmite muy bien al conductor lo que está ocurriendo debajo de los neumáticos.

Para terminar, la caja de cambios es muy placentera de usar. Estamos ante una transmisión de ocho relaciones y convertidor de par. Y como ya hemos comprobado en otros modelos de esta marca, realiza las transiciones entre velocidades de una manera muy suave y cuando se le exige responde muy rápido para ser una caja de cambios de este tipo. No llega a la excelencia de una caja de doble embrague en este sentido, pero es una de las mejores de convertidor de par.

Prueba del BMW X2: ¿merece la pena la tracción xDrive?

Nuestra unidad en esta prueba del BMW X2 incorporaba la tracción total xDrive, que está disponible de manera opcional. Pero, ¿merece la pena? Como bien sabrás, el BMW X2 no es un todoterreno propiamente dicho por sus características. Además, su altura libre al suelo es de poco más de 18 cm, una cota que mejoran muchos SUV compactos, aunque lo cierto es que tampoco es de las peores.

Maletero del BMW X2 2018

La cuestión es que la tracción total xDrive del BMW X2 puede salvarte de algún apuro si sales a un camino o pista de tierra, y por supuesto aporta un plus de seguridad en cuanto a “grip” o tracción se refiere al trazar las curvas. Además, todos los BMW X2 xDrive añaden un control de descenso en pendientes que permite soltar el freno al bajar una cuesta sin que el coche se embale. Entonces, ¿interesa? Pues depende del uso que se le vaya a dar al vehículo.

Prueba del BMW X2: conclusión

No cabe ninguna duda de que el BMW X2 es un coche muy molón. Desde el primer vistazo llama la atención y puede servir perfectamente para aquellos que se estén planteando la compra de un BMW Serie 1 o de una categoría similar, pero que busquen un punto más de diferenciación. El diseño del BMW X2 es más llamativo y lo cierto es que gira cabezas a su paso; y no solo por diseño, sino también por los colores tan llamativos que ofrece su paleta.

El comportamiento dinámico no es muy distinto al de un compacto al uso, especialmente si incluye el paquete M, con una suspensión endurecida, como era el caso en esta prueba del BMW X2. Las reacciones son divertidas y hasta podría calificarse como deportivo, sobre todo si lo comparamos con el BMW X1, con un enfoque más práctico. En este sentido es fiel a la filosofía de la firma bávara.

Lateral del BMW X2 2018

Además, el interior es relativamente espacioso para sus medidas y dos personas irán detrás a sus anchas, pudiendo albergar hasta a cinco pasajeros de forma puntual. Y encima cuenta con un maletero bastante amplio, con 470 litros, así que tampoco se puede decir que el BMW X2 no sea un coche polivalente. Bueno para ciudad, bueno para carretera, bueno para divertirse y bueno para diferenciarse. ¿El resultado? Un producto muy bueno. Un aplauso para BMW.

Prueba del BMW X2: puntos positivos y negativos

+ Comportamiento dinámico y motores potentes y eficientes

+ Diseño muy atractivo

+ Calidad y personalización del habitáculo

– Precio de compra y del equipamiento opcional

– Visibilidad trasera

– Motor 2.0 diésel de 190 CV algo ruidoso al ralentí

Nota Carnovo: 8,5