Más problemas para el taxi en Nueva York

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Desde la llegada de servicios como Uber o Lyft, el sector del taxi se está resintiendo profundamente. En nuestras fronteras hemos podido presenciar numerosos ataques a este tipo de servicios, especialmente contra Cabify. Las licencias y requerimientos que regulan estos servicios son mucho más económicas y baratas de conseguir que las del taxi tradicional, por lo que la guerra está servida.

Recordemos además que en nuestro país es necesaria una licencia VTC para operar con estos servicios, a diferencia de lo que ocurre en los Estados Unidos, donde casi cualquier particular puede ejercer como vehículo de transporte de personas con Uber o Lyft. El caso de Nueva York es uno de los más destacables puesto que dichos servicios operan en la ciudad norteamericana desde hace ya varios años.

Más Uber, menos trabajo para los taxis

La competencia que representan Uber o Lyft para el tradicional taxi amarillo en la Gran Manzana está causando estragos. Las licencias de taxi que antaño se vendían por más de un millón de dólares están cotizadas en unos 175.000 dólares a día de hoy. Según apunta el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio: Más de 60.000 coches negros están vinculados a Uber, lo que hace que disminuya el número de taxis amarillos, que están limitados por ley a aproximadamente 13.587″.

Esto hace que Uber predomine en número de viajes por encima del taxi tradicional, por ejemplo, en febrero Uber realizó 410.000 viajes diarios. A raíz de esta caída en picado del valor de las licencias y del descenso de hasta un 30% en los ingresos de los conductores, se están produciendo problemas graves entre los conductores de taxis.

Nueva York taxi

Situación límite

Los casos de suicidios han aumentado debido a que las deudas que tienen los conductores que compraron una licencia en plena burbuja, son imposibles de pagar con el descenso de ingresos con el que se encuentran. Además, el número de conductores que trabajan con Uber no para de crecer, en el caso de la ciudad Californiana de San Francisco, donde nació la plataforma, el número de viajes en taxi ha caído un 65% entre 2012 y 2014. Esta situación hace plantearse al alcalde de Blasio la regulación del sector, que trató de iniciar en 2015.