La marca alemana Opel, fundada en 1862 por Adam Opel y que en 2017 se convirtió en una filial del grupo francés PSA, se está planteando disminuir la producción de vehículos en dos de sus fábricas en Alemania debido a que la demanda de vehículos disminuirá durante los próximos meses según apunta el diario alemán “Mainzer Allgemeine Zeittung”.
El diario alemán ha declarado esta semana en sus páginas que tras las vacaciones de verano, el nivel de producción bajará en las fábricas de Rüsselsheim y de Eisenach respectivamente de 55 hasta 42 coches en la primera y de 37 a 30 en la segunda por hora. Lo que supone una disminución de la flota de vehículos si lo comparamos con el nivel de producción actual.
Ante la comprometida información, la empresa alemana ha querido tranquilizar a los medios de comunicación recordando que no es la primera vez que se realizan cambios en la planificación de producción y es que no es la primera vez que pasa algo así ya que la casa alemana ha recortado recientemente la producción del Opel Astra en la fábrica polaca de Gliwice de 40 a 25 unidades por hora.
Tras la situación que actualmente se vive en la empresa germana, los trabajadores de Opel viven ahora una situación de incertidumbre, aunque PSA y Opel han querido quitar hierro al asunto asegurando que no cerrarán las plantas de producción que actualmente tienen abiertas en el país teutón y no recurrirán a despidos forzosos hasta 2023.
