¿Qué elementos no llevarán los coches del futuro?

Hay una pregunta que nos ronda la cabeza siempre que pensamos en el mundo de la automoción: ¿cómo serán los coches del futuro? A finales del siglo pasado nos imaginábamos unos aparatos voladores y con un montón de botones. Sin embargo, en este mismo momento la industria se dirige claramente hacia vehículos eléctricos, autónomos, con…

¿Qué elementos no llevarán los coches del futuro?

Hay una pregunta que nos ronda la cabeza siempre que pensamos en el mundo de la automoción: ¿cómo serán los coches del futuro? A finales del siglo pasado nos imaginábamos unos aparatos voladores y con un montón de botones. Sin embargo, en este mismo momento la industria se dirige claramente hacia vehículos eléctricos, autónomos, con inteligencia artificial y muy minimalistas. Pero, ¿qué cosas desaparecerán de los coches del futuro? Enumeramos unas cuantas.

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El volante

Si eres un apasionado de la conducción es posible que entres en estado de pánico. Pero lo cierto es que llegará un momento en el que el volante desaparezca por completo de los vehículos de producción. Eso sí, está claro que todavía queda mucho para eso, y aunque los vehículos totalmente autónomos serán una realidad en pocos años, los coches del futuro más inmediato incluirán volante; eso seguro. Pero quizá dentro de tres o cuatro décadas no sea algo tan normal… ¿Lo peor? Que también se llevará consigo a la palanca encargada de cambiar de marchas.

Los botones

Como hemos dicho al principio de este artículo, hace alguna que otra década pensábamos que los coches del futuro tendrían un montón de botones, uno para cada función. Pues como diría aquel spot de televisión: ¡eeeeerror! El minimalismo se va apoderando poco a poco de los habitáculos, no hay más que ver el nuevo Tesla Model 3, que no tiene ni un solo botón físico (solo una gran pantalla en el centro del salpicadero). O BMW, que ya cuenta con algunos modelos con control gestual: por ejemplo, puedes subir la voz moviendo el dedo delante de la pantalla multimedia.

El combustible

Sí; todos aquellos amantes del olor a gasolina y de bramido de un buen motor atmosférico de gran cilindrada a altas revoluciones nos quedaremos calvos de tanto tirarnos de los pelos. La electrificación es un hecho y no solo es que ya esté aquí, sino que será la corriente dominante en poco más de un par de años debido a las normas anticontaminación. De hecho, incluso existen fabricantes de automóviles eminentemente deportivos que ya cuentan en su oferta con productos híbridos… que en un futuro serán simplemente eléctricos al 100%.

Interior del Tesla Model 3

La llave

Volvemos de nuevo a hablar de Tesla y de BMW. Y es que el nuevo Tesla Model 3 tampoco tiene llave. El cierre centralizado se abre a través de una aplicación descargable en el smartphone o en el gadget de turno (smartwatch, tablet, etc). Como mucho podemos disponer de una tarjeta similar a una de crédito o débito. Además, las pocas llaves que se conserven serán como las últimas de BMW, un auténtico ordenador en forma de llave con una pantalla desde la que se puede hasta aparcar el vehículo de forma remota. Eso sí, si ves que va a chocar contra otro coche o una columna… ¡no te pongas en medio!

Los espejos retrovisores

El Audi e-Tron ha sido un coche innovador en muchos sentidos, pero quizá lo más llamativo de todo es que a los ingenieros de Audi se les ha ocurrido cambiar los espejos retrovisores exteriores laterales tradicionales por un par de cámaras. Así, estas pueden reflejar multitud de imágenes con una resolución digna del mejor Master Race del mercado al lado del tirador interior de la puerta. Una solución tecnológica sublime, ya que permite muchas más posibilidades. Pero no hay duda de que será algo a lo que tendremos que acostumbrarnos, ya que tendemos a mirar hacia el lugar en el que estarían los espejos para ver quién nos acompaña en la carretera.

Control gestual BMW