Una de las primeras decisiones a tomar en cuenta antes de comprar tu coche es el tipo de combustión que elegirás. Hoy en día encontramos una gran variedad de elementos que puedes usar como combustible, pero las más populares y las que los usuarios suelen elegir por encima de los demás son el Diésel y la Gasolina.
Pero, ¿cuál de ellos será la mejor opción? Eso siempre dependerá de tus necesidades y el tipo de uso que le des a tu vehículo. No se trata de tomar una decisión aleatoria, y en este tipo de casos no te puedes dejar llevar por tus intuiciones o por meros impulsos. Es por eso que para que elijas la opción correcta, te dejamos una serie de consejos que te ayudarán a decidirte.
Recuerda que si ya has decidido qué coche comprarás, tienes a tu disposición nuestro configurador en el que podrás crear tu vehículo ideal. Puedes dirigirte a nuestra página principal para iniciar tu compra, recibirás las mejores ofertas de concesionarios oficiales a nivel nacional, ¡y sin moverte de casa!
Establece tus necesidades
En términos generales, si eres un conductor que recorre una gran cantidad de kilómetros al día y tus viajes son en su mayoría por autopista, diésel es definitivamente tu mejor opción.
Por el contrario, si eres de aquellos conductores que mayormente usan su vehículo para desplazarse por poblado y, por lo tanto, recorren menos distancia durante su jornada diaria, la alternativa que más se adapta a ti es optar por el combustible de Gasolina.
En lo que a precios se refiere, los coches que cuentan con combustible diésel son ligeramente más caros, pero ofrecen un consumo menor, lo que te permitirá ahorrar más dinero. Por lo tanto, deberás analizar si el hecho de tener que acudir menos a la gasolinera compensará el gasto adicional que supone un coche diésel.
Por ejemplo, si recorres más de 12.000 kilómetros al año, puede ahorrar más de 1000 euros en un año o dos. Pero si tu kilometraje es de alrededor de los 6.000 kilómetros año, podrían pasar hasta cuatro años para poder recuperar esa misma cantidad.
Ventajas del diésel
Siempre ha existido un pensamiento generalizado que afirma que los coches con motor diésel son más lentos, desprenden un olor más desagradable y son más caros. Los tiempos han cambiado y por suerte, las diferencias entre ambos combustibles no son tan evidentes como lo eran anteriormente. Aun así, es importante destacar las ventajas y los inconvenientes de cada uno de ellos.
Los motores diésel son más eficientes que los de gasolina, llegando a consumir de media entre un 15 y 20 por ciento menos de combustible. Además, los vehículos con este tipo de motor suelen estar mejor valorados dentro del mercado de segunda mano.
Si decides optar por un coche que funcione con combustión diésel pagarás menos impuestos de matriculación. Consulta los niveles de consumo de tu vehículo para comprobar cuánto deberás pagar, recuerda que los que emiten 120 gramos de CO2 por kilómetro o menos estarán exentos de pago. Además, piensa que estarás contribuyendo con el medio ambiente pues emitirás menos gases contaminantes.
El combustible diésel es más económico y consumo menos, lo que implica gastar menos litros.
Inconvenientes del diésel
Por regla general, los coches diésel son más caros que los que funcionan bajo gasolina, concretamente entre 1000 y 2000 euros aproximadamente. Además, pasar la ITV y contratar un seguro también te supondrá un desembolso monetario más grande.
Pese a que ya no es tan evidente como antes, los coches diésel suelen ser más ruidosos que los de gasolina. Además, implican revisiones y reparaciones más costosas, pues contienen componentes en su interior más caros.
Ventajas de la gasolina
La gasolina es más barata que el diésel y los vehículos que cuentan con ese tipo de combustible tienen un precio de venta menor. Además, este tipo de motor es más silencioso, lo que garantiza una experiencia al volante más agradable debido a la ausencia de ruido.
Un mantenimiento menos costoso, la ausencia de humo a través del tubo de escape, una aceleración más silenciosa y menores posibilidades de tener que acudir al mecánico, son otras de las ventajas que supone comprar un coche con combustión de gasolina.
Inconvenientes de la gasolina
Desde el punto de vista económico, un motor de gasolina es menos eficiente que uno de diésel, llegando a suponer un gasto de consumo mayor. Además, este tipo de coches suelen estar peor valorados en el mercado de la segunda mano.
Conclusión
Pese a que la elección entre diésel y gasolina no es fácil, la alta competitividad que existe entre ambos tipos de combustible ha hecho que los fabricantes realicen grandes avances en ambos campos en cada generación que ha sido lanzada al mercado.
Como usuario, todo dependerá del uso y las necesidades. Si eres una persona que recorre muchos kilómetros al año y lo hace fuera de ciudad, lo mejor es que optes por diésel. Por el contrario, si eres de aquellos que no se mueve de zonas de poblado y no conduce grandes distancias tu combustible predilecto debería ser la gasolina.
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