Los coches con aspecto de todoterreno, derivados de las berlinas del segmento C, los llamados SUV compactos, han disparado las ventas en los últimos años y han hecho que, prácticamente, no quede ninguna marca en el mercado que no cuente con algún vehículo de estas características. Los hay de todos los tamaños, más pequeños y…
Los coches con aspecto de todoterreno, derivados de las berlinas del segmento C, los llamados SUV compactos, han disparado las ventas en los últimos años y han hecho que, prácticamente, no quede ninguna marca en el mercado que no cuente con algún vehículo de estas características. Los hay de todos los tamaños, más pequeños y más grandes, con cinco o hasta siete plazas, más prácticos o deportivos… Pero lo que casi nadie sabe, quizá, es dónde está el origen de la moda de los Crossover.
Pues en esta comparativa tenemos, nada más y nada menos, que a los dos culpables de que, incluso marcas como Maserati o Jaguar, hayan incluido en su oferta un todocamino. Se trata del Toyota RAV 4, el que inventó, de alguna forma, este segmento, y del Nissan Qashqai, el que le dio el impulso definitivo y que, recientemente, ha recibido un ligero lavado de cara para seguir siendo el rey en su categoría.
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Comparativa: Nissan Qashqai vs Toyota RAV 4: exterior
En el apartado estético, los dos modelos presentan algunas pinceladas de originalidad. El Nissan Qashqai recibió un lavado de cara hace unos meses que se aprecia en el frontal, con un nuevo paragolpes, con diversos relieves, en el que llama la atención una nueva parrilla, mucho más grande, con abundante superficie cromada en forma de Uve, el logo de la marca en el centro y unos faros más rasgados, que ahora lucen una nueva firma luminosa LED. Las ópticas traseras también se modifican, con una iluminación tridimensional que le da un aspecto mucho más moderno. Además, la marca japonesa ofrece dos nuevos colores, un azul eléctrico metalizado, llamado Vivid Blue, y un bronce metalizado, denominado Chestnut Bronze.
El Toyota RAV4, por su parte, presume de un frontal muy llamativo, con uso grupos ópticos que recuerdan a la forma de un hacha, integrados en la delgada parrilla horizontal. La vista lateral es bastante uniforme y destacan unos grandes voladizos, mientras que la zaga carece de recursos estilísticos, con un portón muy vertical y unos pilotos horizontales. Quizá, el Toyota no resulta tan atractivo visualmente como el Nissan, pero su línea es más parecida a los todoterreno clásicos.
Comparativa: Nissan Qashqai vs Toyota RAV 4: interior
El Nissan Qashqai ha mejorado ligeramente los acabados en su interior con el restyling que ha sufrido este mismo año y eso hace que se sitúe por encima de su rival. La calidad percibida es realmente buena, el salpicadero presenta un diseño limpio y ordenado, con plásticos de buena factura combinados con superficies más blandas en la zona superior. El puesto de conducción es elevado, como se espera en un SUV, pero tampoco demasiado. Tanto el cuadro de instrumentos como los botones de la consola central y el salpicadero presentan un aspecto bastante ordenado. El volante también es nuevo, ahora tiene la zona inferior achatada, algo parecido a lo que vemos en algunos coches deportivos.
Sin embargo, la abundancia de comandos para manejar diferentes funciones del coche y del sistema multimedia, pueden despistar. El Toyota RAV 4, en cambio, presenta un salpicadero más libre de instrumentos, así como un volante multifunción con menos comandos. El espacio para los pasajeros es más o menos similar en ambos Crossover, aunque el modelo de Toyota goza de unas plazas traseras sensiblemente más amplias, sobre todo, la plaza central, mejor aprovechable, al tener un túnel central un poco menos intrusivo. Es decir, tres adultos pueden viajar algo más cómodos que en el Qashqai. Por otro lado, donde el Nissan queda muy lejos de su competidor es en el maletero, con sólo 430 litros, por los 547 litros del RAV 4.
El interior del Toyota RAV 4 no responde tanto a los cánones europeos como lo hace el Nissan Qashqai, aunque la ergonomía está mejor conseguida. El usuario tiene al alcance todos los mandos del salpicadero que, además, están bien ordenados y no son tantos como en su rival. Sin embargo, hay unos comandos que sirven para activar los diferentes modos de conducción, situados en la parte inferior del salpicadero, que quedan más alejados. La pantalla del sistema multimedia está colocada en una posición un poco más elevada que en su rival y la calidad percibida es buena, aunque algo por debajo del Qashqai. Además de la capacidad del maletero, otro punto a favor del RAV 4 es la modularidad, ya que cuenta con una banqueta trasera corrediza que permite ampliar el volumen de carga o el espacio atrás, según nuestras necesidades.
Comparativa: Nissan Qashqai vs Toyota RAV 4: motor y conducción
En cuanto a motores, el Nissan Qashqai es el que ofrece una gama más amplia, ya que cuenta con cuatro motorizaciones, por las tres del Toyota. Empieza con dos mecánicas de gasolina, un 1.2 DIG-T con 116 caballos y un 1.6 DIG-T con 163 caballos. En gasóleo tiene otros dos bloques, un 1.5 DCI de 115 caballos y un 1.6 DCI de 136 caballos. por su parte, el RAV 4 dispone de un motor de gasolina de 2 litros atmosférico y 150 caballos, otro diésel con la misma potencia y cilindrada y, finalmente, una mecánica híbrida, compuesta por un motor de gasolina de 152 caballos y otro eléctrico con 147 que, conjuntamente, rinden 197 caballos. Mientras el Qashqai puede tener una transmisión manual o automática Xtronic de tipo variador continuo, el RAV 4 no dispone de caja automática, salvo en la versión híbrida.
Aunque se trata de dos SUV, hay características diferentes en la conducción. El modelo de Toyota equipa un esquema de suspensiones un poco más rígidas y eso hace que el comportamiento en carretera más noble y parecido al de una berlina del segmento C. Especialmente, al afrontar carreteras de curvas, el RAV 4 se muestra más firme que el Qashqai. Éste, en cambio, ha sufrido algunas modificaciones en el chasis con el restyling, entre ellas, unas suspensiones con un tarado ligeramente más blando que lo hacen más cómodo, pero se sienten más las oscilaciones de la carrocería. No obstante, esos movimientos no son tampoco muy acusados, gracias al trabajo de las barras estabilizadoras, pero sí se notan más que en el Toyota.
Por tanto, el Toyota RAV 4 se comporta más dinámico en carretera que el Nissan Qashqai pero la cosa cambia a la hora de salir del asfalto y afrontar terrenos irregulares. Teniendo en cuenta que ambos son coches pensados preferentemente para ir por carretera, el Nissan es el que ofrece mejores capacidades en pistas forestales. Eso sí, siempre que no sean demasiado exigentes. En este caso, las suspensiones más blandas y con más recorrido que las del Toyota, favorecen un mejor tránsito por este tipo de terrenos.
Los dos se pueden elegir en configuración 4×2, con el par trasladado al eje anterior, o 4×4. En ambos modelos, la tracción total funciona mediante un sistema electrónico inteligente. En condiciones normales, el motor transmite la potencia a las ruedas delanteras y, cuando la electrónica detecta alguna pérdida de adherencia, traslada parte del par a las ruedas traseras. No es por tanto una tracción 4×4 permanente.
Comparativa: Nissan Qashqai vs Toyota RAV 4: ayudas a la conducción y equipamiento
En el capítulo de ayudas a la conducción y tecnología, el equipamiento en ambos modelos es muy bueno y difícilmente va a determinar la decisión por uno u otro. El Nissan Qashqai montará, a partir de 2018, un novedoso sistema de ayuda a la conducción que la marca denomina ProPilot 1.0 y que se encarga de controlar la dirección, aceleración y frenada cuando circulamos por autovía. Es un primer paso hacia la conducción semi-automática. Además, cuenta con otros elementos de seguridad como el detector de obstáculo y peatones, la alerta por tráfico cruzado en la zona posterior, el reconocimiento de señales de tráfico, el asistente de aparcamiento, un conjunto de cámaras que ofrecen una visión cenital, ayuda al aparcamiento, alerta de ángulo muerto o el aviso por cambio involuntario de carril.
Por su parte, el Toyota RAV 4 puede equipar un paquete llamado Toyota Safety Sense que incluye la alerta por cambio involuntario de carril, cambio automático de luces largas a cortas, el detector de señales de tráfico, la frenada de emergencia con detector de peatones, el programador de velocidad activo, la alerta de tráfico cruzado en la zona posterior y el aviso de ángulo muerto.
Al igual que el Qashqai, el SUV de Toyota dispone también de varias cámaras que proporcionan una visión cenital del coche y se proyecta en la pantalla del salpicadero. Ésta, por otro lado, es táctil y de 7 pulgadas y cuenta con el sistema multimedia Toyota Touch 2. El Nissan cuenta con un sistema Nissan Connect que ha sido actualizado y ahora tiene una nueva interfaz, con mayor resolución y una nueva cartografía para los mapas del navegador.
Comparativa: Nissan Qashqai vs Toyota RAV 4: precio y veredicto
Toca hablar de precio y aquí el el SUV Nissan Qashqai se impone al Toyota RAV 4 en esta comparativa. El Qashai está disponible en cinco niveles de equipamiento, Visia, Acenta, N-Connecta, Tekna y Tekna+ y arranca desde los 21.850 euros en el acabado más básico. Por el contrario, el RAV 4 se puede elegir entre cuatro acabados, Business, Advance, Feel y Executive y parte desde los 27.500 euros.
A igualdad de equipamiento y motor, el Toyota es siempre más caro que el Nissan, pero también es justo resaltar que el RAV 4 cuenta con un motor diésel más potente que el Qashqai, nada menos que 20 caballos más, así como un maletero mucho más grande y un habitáculo ligeramente más amplio que el de su competidor. Los dos empatan, prácticamente, en el apartado de seguridad y tecnología y las diferencias hay que encontrarlas, además de en lo estético, en el comportamiento en carretera. El SUV de Toyota se parece más a un turismo, tiene unas suspensiones un poco más firmes y eso le dota de mayor agilidad.
Otro punto a favor del RAV 4 es la posibilidad de contar con una mecánica híbrida, en una época en la que el diésel está ganando cada vez más detractores. Con el motor híbrido, el Toyota es tremendamente silencioso y suave y consigue unos consumos muy ajustados. El todocamino de Nissan, en cambio, es más confortable y presume de una mejor capacidad fuera del asfalto, sin ser un todoterreno.