Comparativa: SEAT Ateca vs SEAT Arona

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Los dos últimos años han sido muy importantes para SEAT. La marca española presentó dos modelos con los que debutó en el importante y competitivo segmento de los SUV. Primero lo hizo con el SEAT Ateca, un todocamino de tamaño medio del segmento C y, en 2017, con el SEAT Arona, un crossover pequeño que se engloba dentro del segmento B.

En esta comparativa, analizamos estos dos modelos llamados a liderar las ventas del fabricante español que, aunque pertenezcan a categorías diferentes, ambos comparten algunos rasgos estilísticos, tecnología, familia de motores y una misma filosofía: ofrecer a las familias un vehículo cómodo, espacioso y muy polivalente.      

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SEAT Ateca vs SEAT Arona: exterior

Visto desde fuera, es evidente el parecido entre ambos modelos, aunque también se aprecian las influencias de las respectivas berlinas de las que derivan. Es decir, mientras el SEAT Ateca muestra un gran parecido al SEAT León, el SEAT Arona hace lo propio con el SEAT Ibiza. Así, se aprecia cómo el SEAT Ateca luce una gran parrilla horizontal en el frontal, con el logo de la marca bien grande y unos grupos ópticos que recuerdan mucho a los del León, con una atractiva firma luminosa LED.

El paragolpes tiene una toma de aire en forma trapezoidal inversa a la parrilla, lo que le da un punto de originalidad al conjunto. En la vista lateral, destacan los pasos de rueda cuadrados, un elemento que le diferencia del resto de sus competidores, también del Peugeot. La zaga es bastante sencilla, con las ópticas horizontales que también pueden tener iluminación LED.

El SEAT Arona, por su parte, emplea unos grupos ópticos delanteros en forma de cuña, con iluminación Full LED opcional. Al igual que su hermano mayor, presenta una imagen muy robusta, gracias a un capó más alto y plano, unos pasos de rueda muy marcados, una altura al suelo notable y las protecciones de plástico que protegen la carrocería en la parte inferior y paragolpes.

Tampoco faltan en el Arona detalles que caracterizan a todos los SUV del segmento B, como el techo pintado en un color diferente al de la carrocería, las barras del techo o el diseño singular del pilar C, con un elemento cromado y que provoca el tan de moda efecto de techo flotante. Son recursos que pretenden crear una imagen más moderna y desenfada en el pequeño crossover español. En la zona posterior, sin embargo, sí se observas un parecido evidente con el SEAT Ateca, con un diseño más horizontal de las ópticas, un amplio portón y un gran difusor que actúa también como protector.

SEAT Ateca vs SEAT Arona: interior

Si pasamos al interior, podemos observar también cómo los dos modelos de la marca de Martorell ofrecen unos diseños sencillos, algo austeros, pero muy funcionales, alejados de diseños más vanguardistas y complejos de otras marcas. También aquí el parecido es razonable entre el SEAT Ateca con el SEAT León y el SEAT Arona con el SEAT Ibiza.

El SEAT Ateca tiene un salpicadero muy ordenado y ergonómico. Todos los botones están muy bien colocados y al alcance fácil del usuario. Esto es importante porque realizar cualquier función, como cambiar la temperatura del climatizador o la emisora de radio es francamente sencillo. En el centro del salpicadero se encuentra la pantalla con el sistema multimedia Full Link. Flanqueando la pantalla, tenemos los aireadores y, debajo, se ubican los controles de la climatización y algunos comandos, como los de las luces de emergencia y aquellas funciones más básicas.

El cuadro de instrumentos es completamente analógico, como ocurre en el SEAT Arona. Presenta la información perfectamente ordenada y visible, con dos esferas grandes para el velocímetro y el cuentavueltas, divididas por una pantalla en medio con el ordenador de a bordo. Los asientos son muy cómodos y sujetan muy bien el cuerpo. Opcionalmente pueden ser de piel y pueden tener regulación eléctrica.

El SEAT Arona mantiene el diseño del salpicadero con líneas horizontales y una disposición muy funcional de los diferentes mandos y botones que es prácticamente idéntica a la del SEAT Ibiza. La pantalla del equipo de información y entretenimiento también es la misma y está situada en una posición baja. Según el nivel de equipamiento, puede ser de 5 a 8 pulgadas.

El sistema multimedia Full Link, opcional, puede tener navegador y muchas opciones de conectividad. Tampoco falta la posibilidad de conectar el teléfono a través de la aplicación Mirror Link, compatible con los sistemas Android Auto y Apple Car Play, como sucede en el SEAT Ateca. También puede equipar una zona de carga inalámbrica para el móvil. Debajo de la pantalla, se encuentran los controles del climatizador, muy al alcance del conductor, lo que facilita su manejo.

El nivel de ajuste de las diferentes piezas está bien conseguido en ambos modelos. En general, la sensación de calidad es más elevada en el SEAT Ateca, donde encontramos superficies cubiertas por materiales blandos, que en el SEAT Arona, donde todo el habitáculo está revestido de plástico duro, sin ninguna superficie acolchada, algo que, por otra parte, es habitual en el segmento B.

En cuestión de habitabilidad, el SEAT Ateca gana la partida al SEAT Arona, algo lógico al tratarse de un vehículo más grande. No obstante, hay que decir que tanto uno como el otro son una de las opciones con mayor espacio para los pasajeros de sus categorías, tanto en las plazas delanteras como en las traseras. Otro aspecto destacable es el maletero, entre los mejores en sus segmentos, con 400 litros para el SEAT Arona y 510 litros para el SEAT Ateca.

 

SEAT Ateca vs SEAT Arona: motores y conducción

Tanto el SEAT Ateca como el SEAT Arona comparten casi la misma familia de motores, salvo algunas excepciones. En ambos modelos está presente el motor de gasolina de 3 cilindros 1.0 TSI turbo de 115 caballos y el 1.5 TSI de 4 cilindros y 150 caballos, con el sistema de desconexión de cilindros para ahorrar combustible. El SEAT Arona añade también una opción más modesta, un bloque de 3 cilindros 1.0 TSI de 95 caballos.

La oferta diésel es más abundante en el SEAT Ateca, que cuenta con el 1.6 TDI de 115 caballos y el 2.0 TDI de 150 y 190 caballos. El mismo propulsor 1.6 TDI con 115 caballos está disponible en el SEAT Arona, además de otro con 95 caballos.

En este apartado, sí encontramos muchas semejanzas entre el SEAT Ateca y el SEAT Arona, con un mismo denominador común: ambos ofrecen unas sensaciones dinámicas al volante, siendo uno de los modelos con una conducción más deportiva en sus respectivos segmentos. La sensación al conducir un SEAT Ateca o un SEAT Arona es muy parecida a la de conducir un turismo. No llega al nivel de un SEAT León o un SEAT Ibiza, claramente más deportivos, al tener también un centro de gravedad más bajo, pero se les acercan.

Ese dinamismo en la conducción es debido a que ambos modelos tienen unas suspensiones con un tarado firme para lo que suele ser habitual en un SUV, con buena capacidad para absorber los baches de la carretera y, a la vez, contener los movimientos de la carrocería en curvas. Resulta sorprendente ver cómo el SEAT Ateca y el SEAT Arona pueden enlazar una curva tras otra en carreteras sinuosas sin que se perciban apenas oscilaciones, a pesar de los 19 centímetros que separan a ambos del suelo.

Desde abril de 2017, el SEAT Ateca está disponible, opcionalmente, con unas suspensiones de dureza variable con los equipamientos, Xcellence, Xcellence Plus y FR, que rebaja la altura en 10 milímetro para mejorar el comportamiento en carretera. Hay tres opciones de dureza: Normal, Confort y Sport. El ajuste de estos reglajes afecta al tacto de la dirección, el cambio automático y la respuesta del acelerador, además de la dureza de los amortiguadores.

El SEAT Arona, por su parte, cuenta también con unas suspensiones adaptativas que denomina SEAT Drive Profile, opcionales y solo con el acabado FR. Incluye cuatro programas de conducción: Normal, Eco, Sport e Individual. En función del modo escogido, ajusta una serie de reglajes, como la dureza de los amortiguadores, el cambio y el tacto de la dirección. El modo Individual permite configurar los diferentes parámetros al gusto del usuario. El Modo Sport endurece un poco las suspensiones, la dirección y el cambio apura más las marchas, permitiendo una conducción más deportiva.

SEAT Ateca vs SEAT Arona: seguridad y equipamiento

Tecnológicamente, el SEAT Ateca y el SEAT Arona están a la última. Disponen de muchas ayudas a la conducción el programador de velocidad activo con asistencia a la conducción en el tráfico Traffic Jam Assist, el reconocimiento de señales, el detector de tráfico cruzado, la frenada de emergencia con detector de objetos, detector de vehículos en ángulo muerto, la frenada automática después de una colisión o las cámaras que proporcionan una visión cenital para facilitarla maniobra de aparcamiento.

Otros sistemas de seguridad presentes en los dos SUV de SEAT son cámara de visión trasera, faros Full LED, luz diurna LED de serie, los sensores de aparcamiento trasero y delantero, el asistente de arranque en pendiente, el detector de fatiga, la frenada multicolisión, el aviso de tráfico cruzado o el detector de ángulo muerto.

En cuanto al equipamiento tecnológico, según el nivel de equipamiento, podemos encontrar en ambos modelos una pantalla más pequeña o grande del sistema multimedia, de 5 a 8 pulgadas. El equipo de información y entretenimiento puede ser el básico Radio System Media Colour o el más completo Radio System Media Plus, compatible con tarjeta SD, Apple Car Play, Android Auto y Mirror Link.

 

SEAT Ateca vs SEAT Arona: precios y veredicto

El SEAT Ateca está disponible a partir de 21.650 euros con el equipamiento Reference, mientras que el SEAT Arona parte de un precio inicial de 17.300 euros, con el acabado Reference Plus.

Tanto el SEAT Ateca como el SEAT Arona son dos SUV con clara vocación familiar, si bien el Ateca permite una conducción más confortable en largos viajes por autovía, mientras que el Arona está pensado más para una conducción urbana, aunque también permite una escapada relativamente cómoda en carreteras rápidas. Ambos destacan por una buena habitabilidad y maletero, así como un comportamiento dinámico más propio de un turismo que de un todocamino.