La compra de un coche supone un gasto importantísimo. Tanto que suele decirse que después de la vivienda habitual, la adquisición de un vehículo es la transacción más costosa de nuestra vida. Generalmente esta operación tiene un coste muy elevado y por eso mucha gente opta por financiar el importe final. Hoy en día existen muchos tipos de financiación, así que para que tengas claro cómo prefieres comprarte tu coche nuevo te explicamos cómo financiar un coche nuevo.
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Cómo financiar un coche nuevo
Para comparar las diferentes formas de financiación hemos tomado como ejemplo dos marcas que disponen de las dos fórmulas más populares para comprar un coche financiado, Mazda y Ford.
Financiación tradicional:
Es una financiación de las de toda la vida. Consiste en entregar una entrada por la compra del vehículo y pagar el resto del importe total en cuotas mensuales. Los importes varían en función de las necesidades del comprador y suele haber un número mínimo de permanencia mensual o anual. Al terminar de pagar las cuotas el coche es propiedad de su comprador.
FlexiOpción o Multiopción:
Cómo financiar un coche nuevo. Se pacta un importe como pago de entrada del vehículo y una cuota mensual durante un período que suele oscilar entre los tres y los cinco años. Al finalizar ese lapso de tiempo resta por pagar la conocida como cuota final. Entonces, el comprador puede optar por quedarse su coche pagando la cantidad restante (pudiendo refinanciarla), devolver el vehículo sin ningún tipo de compromiso o cambiarlo por otro de la misma marca, comenzando de nuevo a pagar cuotas mensuales. Normalmente este tipo de financiación incluye el mantenimiento durante el período del pago de las cuotas mensuales y un servicio de asistencia en carretera.
Financiación con tu entidad bancaria:
Es igual que la financiación tradicional con la salvedad de que se realiza a través de tu entidad bancaria de confianza, y no mediante la compañía financiera asociada a la marca de coches. Por ello, el coche nuevo se paga al contado en el concesionario (con el dinero prestado con el banco) y después hay que liquidar el crédito con el banco. Como en la financiación tradicional, al terminar el pago de todas las cuotas el vehículo pasa a ser propiedad de su comprador.
Renting y Leasing
Además de las formas de financiación anterior puedes utilizar un coche nuevo mediante leasing de coches o renting de coches. Con estos sistemas el vehículo no será de tu propiedad, pero a cambio de una cuota mensual puedes disfrutar de él sin tener que preocuparte más que de llenar su depósito de combustible, ya que del cambio de neumáticos, reparaciones, mantenimiento o seguro se encarga la cuota mensual que estás pagando.
Leasing:
Es un contrato de alquiler a largo plazo con opción a compra. Consiste en el pago de una entrada y de una cuota fija mensual antes de que el comprador pase a ser titular del vehículo. Además, éste debe asumir todos los gastos derivados del coche. Planes como el Multiopción de Ford o el FlexiOpción de Mazda se basan en esta fórmula de compra.
Renting:
Es un contrato para la compra de un coche durante un tiempo determinado. En él se estipula el pago de una cuota fija mensual que incluye los servicios necesarios para el buen funcionamiento del vehículo, salvo el combustible. No obstante, la propiedad del automóvil es de la empresa que presta dichos servicios.
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