Desde hace ya algunos años, el mercado los coches híbridos está aumentando cada vez más, de hecho nosotros ya nos hicimos hace un tiempo a pregunta ¿Cuál es el mejor coche híbrido del mercado? Ante las medidas que están adoptando en muchas capitales europeas contra los coches de combustión, especialmente, diésel, con restricciones al tráfico cada…
Desde hace ya algunos años, el mercado los coches híbridos está aumentando cada vez más, de hecho nosotros ya nos hicimos hace un tiempo a pregunta ¿Cuál es el mejor coche híbrido del mercado? Ante las medidas que están adoptando en muchas capitales europeas contra los coches de combustión, especialmente, diésel, con restricciones al tráfico cada vez más numerosas y los beneficios fiscales a la hora de comprar un coche híbrido, la demanda por este tipo de vehículos ha crecido. Pero, ¿qué es y cómo funciona un coche híbrido? En este artículo te lo explicamos.
Lógicamente las principales ventajas que tienen los coches híbridos es que son muy silenciosos, tiene un consumo reducido en ciudad y emiten menos emisiones, por lo que quedan libres de todo tipo de restricciones al tráfico cada vez más habituales en las grandes ciudades. Antes de comenzar a explicar cómo un coche híbrido, es necesario distinguir tres categorías.
Tipos de coches híbridos
Podemos distinguir, principalmente, dos tipos de coches híbridos. Por un lado, los híbridos puros, aquellos que pueden circular en determinadas condiciones con el motor eléctrico, mientras el de combustión interna está apagado. Por otro, existen los híbridos enchufables, que cuentan con baterías recargables y pueden recorrer una distancia determinada de forma completamente eléctrica.
Cómo funciona un coche híbrido
Los coches híbridos montan dos motores, uno térmico, normalmente de gasolina, aunque también puede ser diésel, y un segundo motor eléctrico conectado a la transmisión. Según las circunstancias de la circulación, puede usar uno de los motores o ambos a la vez. Cuando la batería está completamente cargada y siempre que no se requiera de mucha potencia, los vehículos híbridos pueden circular en modo completamente eléctrico, por ejemplo, en un tramo en ciudad a baja velocidad. También, cuando afrontamos un tramo llano.
En cambio, en el momento en que necesitamos más fuerza, entra en marcha el motor de combustión. Así mismo, en fases de fuerte aceleración, por ejemplo, en un adelantamiento, el motor eléctrico actúa de apoyo al térmico para entregar una dosis extra de potencia y par.
El sistema de propulsión híbrida funciona mediante una centralita que determina la forma de funcionamiento más eficiente posible de los motores. Para ellos, prioriza el uso del motor eléctrico el máximo de tiempo posible para disminuir el gasto de combustible y las emisiones.
En este sentido, los coches híbridos son muy eficientes porque, a diferencia del resto de vehículos de combustión interna que desperdician energía, aquellos la recuperan, a través de un generador. Este generador recupera la energía en tres situaciones: en las frenadas, momento en el que el sistema híbrido utiliza parte de la fuerza de frenado para recargar la batería; aprovechando la inercia del coche, como en pendientes descendentes; y en fases de aceleración, en las que el motor térmico entrega más potencia.
Ventajas e inconvenientes de los coches híbridos
Como en todo, los coches híbridos tienen ventajas, pero también algunos inconvenientes. El principalmente y más importante es su precio, ya que son más caros que otros vehículos de tamaño y potencia equivalentes, aunque esto se compensa a largo tiempo, con un consumo menor y un mantenimiento más barato. Por otra parte, las sensaciones en la conducción no son las mismas que en un coche de gasolina o diésel, pero eso no importa a la gran mayoría de conductores.
Hace tiempo que las marcas están trabajando en coches completamente eléctricos y todo indica que el futuro irá por ese camino. Pero, hasta entonces, los coches híbridos sobretodo en su versión 2018 representan la solución más eficiente y la mejor alternativa a los vehículos de combustión interna.