Curiosidades del Tesla Model S

A pesar de que durante los últimos años no hagamos más que escuchar multitud de noticias sobre Tesla, poca gente ha tenido contacto real con uno de estos coches eléctricos norteamericanos. En Carnovo hemos tenido a nuestra disposición una unidad y por eso queremos contarte las principales curiosidades del Tesla Model S. O, al menos,…

Curiosidades del Tesla Model S

A pesar de que durante los últimos años no hagamos más que escuchar multitud de noticias sobre Tesla, poca gente ha tenido contacto real con uno de estos coches eléctricos norteamericanos. En Carnovo hemos tenido a nuestra disposición una unidad y por eso queremos contarte las principales curiosidades del Tesla Model S. O, al menos, las que más nos han llamado la atención.

Principales curiosidades del Tesla Model S

Pocas cosas aceleran más rápido

Fue lo primero que pensé al pisar el acelerador del Tesla Model S. En mi caso, un 100D con 422 CV de potencia. Cierto es que no se trata de pocos CV, pero en mi vida he cogido un automóvil capaz de acelerar tan rápido (sobre el papel son apenas 4 segundos). Y por suerte he tenido la oportunidad de ponerme a los mandos de diversos Ferrari o Porsche muy veloces. No sale disparado de primeras, ya que se muestra muy fácil de llevar y su aceleración es progresiva. Pero como hundas el pie en el pedal del acelerador la comparación más acertada que se me ocurrió, así como a algunos compañeros que se montaron, fue con el Furious Baco, la montaña rusa de Port Aventura.

Interior del Tesla Model S

Es sorprendentemente grande

Circular por la ciudad con un Tesla Model S no es lo más cómodo del mundo. Sus prácticamente 5 m de longitud y 2 m de anchura hacen que vayas continuamente rezando para que no le den un golpe o lo rayen. Además, maniobrar por calles estrechas es tremendamente laborioso, y si tienes que subir o bajar una cuesta ya puedes poner la suspensión en el modo más alto posible, ya que si no caben grandes posibilidades de que las baterías rocen con el asfalto o el suelo al terminar de subir o bajar.

Una gran comunidad de usuarios detrás

En internet se puede encontrar, tanto en diversas web y foros como en YouTube, multitud de información acerca de cualquier modelo de Tesla. Sin embargo, uno de los momentos en los que más se interactúa con los apasionados de esta marca es cuando estás cargándolo en, por ejemplo, un Supercharger (capaz de recargar unos 90 km de autonomía en aproximadamente 10 minutos). Allí se intercambian usos y opiniones acerca de los apasionados por Tesla. Sin ir más lejos, en mi caso me encontré al segundo taxista de toda España en tener un Tesla, que me explicó cómo le compensaba económicamente a pesar de su elevado coste de adquisición.

Tesla Model S 100D

La pantalla impresiona a la primera

Una de las primeras cosas en las que piensas al montarte en un Tesla Model S es que, con esa pantalla y con todas las funciones que permite manejar (realmente todo se puede dominar desde su pantalla multimedia), este vehículo es más un gadget sobre ruedas que un coche en sí. ¿Quieres cambiar la climatización? ¿La radio? ¿Meterte en el navegador de internet? ¿Abrir o cerrar el techo solar? ¿Cambiar el tarado de la suspensión? Pues efectivamente, es posible hacer todo eso a través del display de 17” que hace las veces de consola central, ya que solo hay dos botones físicos a su lado: a la izquierda para los warning y a la derecha para abrir la guantera.

Te sientes famoso

A lo largo de todos los años que llevo probando coches me han pasado cosas inusuales. Y algunas de ellas me han pasado con otros coches que no eran un Tesla. Sin embargo, nunca las he experimentado tantas veces como con esta berlina eléctrica. Hablo de gente que ha llegado a bajar la ventanilla en un semáforo para aplaudirme, otros haciendo fotos con su teléfono móvil mientras estaban al volante e incluso conductores que adoptan una actitud agresiva y se pican acelerando o haciendo ruido con su coche deportivo (mira los deportivos más baratos que puedes comprar este verano).