Una de las preguntas clave del mantenimiento más básico que se le debe hacer a un coche es el del aceite: no sólo mantenerlo en un nivel adecuado (ya que se va perdiendo con el tiempo, en algunos casos de manera más habitual que en otros) sino que esté en condiciones adecuadas para seguir lubricando…
Una de las preguntas clave del mantenimiento más básico que se le debe hacer a un coche es el del aceite: no sólo mantenerlo en un nivel adecuado (ya que se va perdiendo con el tiempo, en algunos casos de manera más habitual que en otros) sino que esté en condiciones adecuadas para seguir lubricando el motor y toda la mecánica de nuestro coche. En este artículo vamos a comentar unas claves de cuando se debe cambiar el aceite del coche, dependiendo sobre todo de los diferentes usos que se le vaya a dar al vehículo en cuestión.
En primer lugar, es preciso recordar las bondades que hace el aceite a nuestros motores: en primer lugar reduce el rozamiento entre las piezas móviles, de manera que alarga mucho la vida útil de estos componentes. Otras funciones que realiza son la de prevenir la corrosión y refrigerar los conductos del motor de manera que los componentes mecánicos trabajen a una temperatura más adecuada.
¿Cada cuánto tiempo hay que comprobarlo?
Como media, una buena cifra para comprobarlo es cada 3.000 kilómetros que se le hagan al coche. Eso sí, si el coche se coge a menudo por carretera para desplazamientos largos el desgaste del aceite es mucho menor que si el uso habitual es en ciudad con trayectos cortos continuos. Para medirlo, se introduce la varilla de medición – siempre cuando el motor esté en frío, nunca justo después de haberlo utilizado – y observar si el nivel de aceite supera el mínimo recomendado, el cual se puede ver en la varilla.
Aquí hay que realizar un apunte importante: si vas a añadir lubricante al filtro, utiliza siempre el mismo. Si mezclas dos tipos de aceite del coche diferentes, es posible que las propiedades de la mezcla no sean las adecuadas y no sea tan efectivo, no desempeñando bien las funciones que hemos comentado antes. Si tienes que cambiar el aceite, también hay que cambiar el filtro para que las impurezas que estén retenidas ensucien el lubricante nuevo. Esto es importante tanto con coches nuevos como de segunda mano – nunca está de más saber el estado y el tipo del aceite que utiliza el coche.
Un consejo para mantener bien el aceite de tu coche es el de no dejarlo demasiado tiempo parado, pues cuando no está en circulación por el sistema se va deteriorando – por ejemplo, para mantener un coche clásico con muchos años encima se recomienda moverlo al menos una vez a la semana y hacerle algunos kilómetros, en carretera si es posible. Para facilitar un poco la elección, en el manual de instrucciones de cada coche vienen recomendados los lubricantes en función de los valores SAE y API.
Valores SAE y API
La norma SAE muestra la viscosidad del lubricante a partir de dos parámetros diferentes, marcados en dos cifras. La primera de estas dos cifras es la viscosidad en frío (cuando el coche arranca, por ejemplo) y la segunda es la viscosidad del lubricante cuando ya ha alcanzado una cierta temperatura.
El índice API señala la calidad de aceite del coche, teniendo varios valores según el nivel de calidad que ofrezcan. La mejor solución, la que es más seguro que te recomienden los fabricantes, son los lubricantes que tengan unos índices API SM o SN. Luego también hay que mirar el tipo de lubricante que tienen.
Tipos de lubricantes
Siendo breves, existen tres tipos: sintéticos, semi sintéticos o minerales. De estos tres, los sintéticos suelen ser mejores ya que aguantan mejor los kilómetros (en concreto pueden aguantar hasta 15.000 kilómetros) y las propiedades del aceite se mantienen en el estado óptimo durante más tiempo. Se recomienda cambiar un lubricante semi sintético cada 10.000 kilómetros mientras que en el caso de los minerales la recomendación es cambiarlo cada 5.000 kilómetros. En caso de que no llegues a esas distancias, otra opción recomendada es cambiarlo una vez al año.